Como me dijo mi psicóloga

Ir a Terapia no es para cualquiera.   A terapia solo van los valientes.   Los que quieren mejorar.   Los que quieren avanzar.   Los que quieren cambiar y romper patrones tóxicos.   Sanar viejas heridas.   Los que se atreven a mirar la mierda de dentro y a sacarla para limpiar.   Para los que abren el armario y tiran la ropa vieja, sucia y que huele a rancio.   Yo voy a ser valiente por ellos.   No fue fácil. Dolió mucho. Y no cualquiera coge ese dolor y lo acepta, lo abraza y lo transforma.   Se merecen a una madre sana, estable, que no los traumatice y los haga ir a terapia de adultos.   El camino es largo, pero vamos pasito a pasito.   Ahora que me doy cuenta de los traumas ajenos, porque ya me conozco a mí misma y se lo que no tolero. Siento pena por ellos, y por sus hijos.   Sobre todo, por sus hijos.   Porqué el que tiene un trauma y no acude a terapia, su hijo lo hará en el futuro.   Y si no va a terapia o repite patrón o se vuelve drogodependiente.   Tener hijos para darles un

Reflexiones De una Mamá


Que trabajo tan duro, que trabajo tan cansado y placentero a la vez.





Porque me encanta y me agota.
Porque tiene momentos buenos y malos. Momentos es que no puedo y tengo ganas de salir corriendo y momentos en que no soy capaz de soltar a mi bebé, de abrazarlo y besarlo. Porque es tan duro...




¿Y siendo tan duro porque no lo dejo?
¿Dejarlo? ¿Cómo podría?
Es mi hijo, parte de mi corazón, parte de mí. Lo he llevado 9 meses dentro de mí, acurrucado en mi barriga, cerca de mi corazón. Aunque me dé momentos malos, momentos de desesperación, porque sí, no soy una madre perfecta y no pienso que esto sea maravilloso. No lo es.




Pero jamás dejaría a mi pequeño. Porque soy su mamá, me necesita, y yo le necesito a él.
Porque otras eligen otra vía. Tal vez eras demasiado joven, y te viste desbordada, sentiste que eras incapaz, y pensaste que estaría mejor al cuidado de otras personas. Tal vez pensaste que estabas siendo una buena madre haciéndolo así. No lo sé, supongo que cada caso, cada mujer y pensamiento es diferente.




Pienso en cada caricia que mi pequeño me da, cada beso, cada abrazo, sonrisa, mirada... Cada vez que me da todas esas cosas pienso en como una madre puede perderse algo así..
Cada carcajada, jugar, correr, darle de comer, estar con el cuándo llora, mirarle cuando duerme, dejar que me empape de agua cuando se baña y chapotea.. Son momentos que no me perdería por nada del mundo!





Sé que Superboy cuando sea mayor no recordará esta época, pero yo me ocuparé de que sepa todas las pedorretas que hace, las sonrisas que me vuelven loca, los llantos sin control, o los momentos con cara de bicho.
Aun así, creo que siempre pensaré, en cada paso que de mi hijo, en cada sonrisa o mirada, su primer día de colegio, etc. Pensaré, en como una madre puede perderse esto.




Reflexiones de una Mamá.









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