Como me dijo mi psicóloga

Ir a Terapia no es para cualquiera.   A terapia solo van los valientes.   Los que quieren mejorar.   Los que quieren avanzar.   Los que quieren cambiar y romper patrones tóxicos.   Sanar viejas heridas.   Los que se atreven a mirar la mierda de dentro y a sacarla para limpiar.   Para los que abren el armario y tiran la ropa vieja, sucia y que huele a rancio.   Yo voy a ser valiente por ellos.   No fue fácil. Dolió mucho. Y no cualquiera coge ese dolor y lo acepta, lo abraza y lo transforma.   Se merecen a una madre sana, estable, que no los traumatice y los haga ir a terapia de adultos.   El camino es largo, pero vamos pasito a pasito.   Ahora que me doy cuenta de los traumas ajenos, porque ya me conozco a mí misma y se lo que no tolero. Siento pena por ellos, y por sus hijos.   Sobre todo, por sus hijos.   Porqué el que tiene un trauma y no acude a terapia, su hijo lo hará en el futuro.   Y si no va a terapia o repite patrón o se vuelve drogodependiente.   Tener hijos para darles un

Parto: Mi Experiencia y Mi Pesadilla



Hoy, por primera vez, me animo a escribir sobre mi parto.




Sobre esa noche que me estuvo persiguiendo en pesadillas una temporada y de la que no habría podido pasar sola.





Como ya te conté en el post de Mi Embarazo, tercer trimestre. Era la noche del día cuatro de enero, Y rompí aguas a los pies de nuestra cama. Me duche medio tranquila (tranquila por los
cojones, estaba temblando de miedo. O de impaciencia por ver a nuestro pequeño... Aun no lo sé), y nos fuimos al hospital.




No sé si sería normal, pero me llamó la atención que no tuve ni una contracción en todo el trayecto.




No comencé a tener contracciones hasta entrar en la sala de urgencias.




Ya en la sala de exploración de urgencias, donde no dejaron entrar a Chuck... Me preguntaron:




"¿Sabes que ya te quedas ingresada no?"




Me quedé estupefacta... ¿A que se pensaba esa buena mujer que habíamos ido? ¿A darnos un paseo?




Claro que sabía que me quedaba ingresada, esa era nuestra intención.




También me preguntaron si estaba segura de que había roto aguas.




Hombre pues si no es así, menuda meada he pegado. La meada de mi vida!




Claro que estoy segura mujer! Cuando te dicen que eso se sabe, tienen razón.




Continué tirando líquido Amniótico en toda la exploración (Si estas cerca de tu fecha de parto, te aconsejo poner una toalla en el asiento de coche, la necesitaras.) Me dijeron que estaba con 2,5 cm de Dilatación y comenzaba a tener contracciones. No muy fuertes pero fueron creciendo a lo largo de la noche.




Yo no paraba de preguntar cuándo iba a poder entrar mi marido, que me pareció algo vergonzoso que no pudiera estar conmigo en esos momentos.




Pero finalmente me llevaron a una sala, me dieron la bata y comenzaron a ponerme la vía intravenosa, y el monitor fetal.




En ese momento debieron de pensar que estaba siendo muy cansina porque fueron a llamar a Chuck para que entrase. Me toco un Matron muy simpático, al que ya conocía de revisiones anteriores y la verdad que me tranquilizo un poco ver otra cara conocida. Me daba palabras de aliento, que me reconfortaba un poco pero seguía muy nerviosa.. Yo era la cuarta parturienta esa noche! Al parecer nos habíamos puesto de acuerdo en parir y no había luna llena, lo cuento como dato.. XD




Después de un rato de control fetal, me llevaron a la sala de Dilatación, donde me sentí completamente engañada.




En clases de preparación al parto nos contaron que en el Hospital de donde yo iba a dar a luz (Hospital San juan de Alicante) habían camas nuevas y súper modernas donde la parte de los pies se quitaba y podías parir en cuclillas. MENTIRA!




Nada más llegar a la sala, me ofrecieron esa típica pelota de ejercicios. La cual también te recomiendo encarecidamente. Aunque las contracciones duelen, esos pequeños saltitos alivian una barbaridad. Y además ayuda a dilatar, ya que la gravedad puede hacer su trabajo.




Tengo que confesar una cosa.





Como sabrás te puedes llevar objetos que te mantengan distraída, pues yo me lleve la Tablet... :P Y jugaba al mahjong, entre contracción y contracción. Chuck alucinaba... Pero oye, entre la pelota, el juego y respirar, conseguí aguantar las primeras contracciones "fuertes".




Una hora y media después eran tales las susodichas que ya nada me distraía, y estrujaba la mano de Chuck como si fuera plastilina, se le puso la mano morada, en serio!




Cuando las contracciones empezaron a ser casi insoportables el Matron entro para hacerme otra exploración.




Estaba dilatada 3 cm y algo..




-¿Como que y algo? conteste yo. -Quiero la epidural! Tráela y déjala cerca, bien preparadita! 




Yo resoplando, y el dudando de si llamar a la Anestesista. Si lo llego a tener cerca le pego un collejon! jaja




Aun así, llamó y en pocos minutos estaba esa mujer de la que me habían dicho que era una cascarrabias..




Yo pensé que o tenía una mala noche, o que estaban exagerando. Porque conmigo fue seria, pero amable. Me explico lo que me iba a poner donde y como. Cosa que los otros profesionales no hicieron. Muy simpáticos todos pero no te explican los procedimientos una mierda.





Como veo que esto se va a hacer muy largo, voy a hacer dos partes. Solo contaros que después de ponerme la epidural todo fue mucho más relajado. Aunque por mi problema con la escoliosis seguía notando en la parte izquierda de mi cuerpo las contracciones. Cosa que la mujer me explicó que iba a pasar...




En el siguiente post te seguiré contando como fue el final de la dilatación, el expulsivo, el parto y como fui una más con la que utilizaron la maniobra de Kristeller. Una maniobra que ahora sé que está contraindicada...








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