Como me dijo mi psicóloga

Ir a Terapia no es para cualquiera.   A terapia solo van los valientes.   Los que quieren mejorar.   Los que quieren avanzar.   Los que quieren cambiar y romper patrones tóxicos.   Sanar viejas heridas.   Los que se atreven a mirar la mierda de dentro y a sacarla para limpiar.   Para los que abren el armario y tiran la ropa vieja, sucia y que huele a rancio.   Yo voy a ser valiente por ellos.   No fue fácil. Dolió mucho. Y no cualquiera coge ese dolor y lo acepta, lo abraza y lo transforma.   Se merecen a una madre sana, estable, que no los traumatice y los haga ir a terapia de adultos.   El camino es largo, pero vamos pasito a pasito.   Ahora que me doy cuenta de los traumas ajenos, porque ya me conozco a mí misma y se lo que no tolero. Siento pena por ellos, y por sus hijos.   Sobre todo, por sus hijos.   Porqué el que tiene un trauma y no acude a terapia, su hijo lo hará en el futuro.   Y si no va a terapia o repite patrón o se vuelve drogodependiente.   Tener hijos para darles un

Ese sentimiento que invade todo tu ser: Hola Frustración.


Desde que soy madre, he conocido de primera mano el sentimiento de frustración.


Ese sentimiento que te hace sentir tan inútil, tan culpable. No poder, no saber cómo ayudar, como aliviar a mi hijo. Cuando le diagnosticaron su enfermedad y comenzaron los análisis, las transfusiones, además de las revisiones normales y las vacunas. Ese sentimiento se apoderó de todo mí ser.

Si, lo sé. Las vacunas son cosas que todo niño tiene que pasar. Pero tener que verle sufrir por todo eso y no poder hacer nada por cambiarlo, no poder hacer nada por evitarlo.

Solo darle todo mi cariño, todo mi amor en mis brazos, en mi pecho y mis besos. [A veces también pienso que eso para mí sería poco, pero a lo mejor para él, lo era todo. ¿Es posible?]

¡Es frustrante! Llegué a odiar todo eso. Odiar tener que llevarle al médico, fuera por lo que fuese. Si tenía sospechas de que tenía anemia, agotaba todas las posibilidades, con tal de no tener que llevarle al hospital, hasta que no fuera absolutamente necesario. Mucha gente me juzgó por ello. Pero yo sentía que tenía que ahorrarle otro rato de sufrimiento. Sobre todo, si era innecesario. Necesitaba estar segura. Y gracias a eso, evite algunas visitas, algunos pinchazos innecesarios.

Yo solo quería que fuera un bebé normal, que dejara de sufrir.

Un día, después de cumplir el año de vida. Su pedíatra nos dice que va fenomenal, que las revisiones se pueden retrasar. "Puede venir dentro de 6 meses" - Nos dijo. Y yo no cabía en mí de gozo.

Vamos que no me puse a bailar en la consulta por vergüenza.

Se acabaron las transfusiones, los pinchazos para los análisis. Aunque no por las vacunas, eso era algo todavía necesario...

Y cuando parece que puede ser un niño más o menos normal, aparece un enemigo que a pesar de siempre haber estado ahí, se hace fuerte y nos muestra toda su ira.

El Estreñimiento.


Cuando veo a mi pequeño sufrir tanto, por querer y no poder. O por poder, pero no querer... Puedes estar pensando, "va, seguro que exagera, no puede ser para tanto".

No pondré nunca imágenes, pero llora, grita, suda, patalea, tengo que obligarlo a sentarse en el baño, obligarlo a abrir las piernas y confiar en que llegue un momento que no pueda aguantarse más.

Cuando veo su cara de sufrimiento, cuando todo comienza a salir, siempre me viene el mismo pensamiento a la cabeza:

"Esto es el karma. Esto es culpa mía."

No puedo evitar pensar en que no lo estoy haciendo bien. Que tengo que cambiar algo. Que soy una mala madre.


Es como si dentro de mi cabeza alguien me dijera:
"¿Te acuerdas lo poco que sufriste en el parto? ¿Qué llevabas tanta epidural en el cuerpo que ni empujabas? ¿Te acuerdas? ¿no? Pues ahora te vas a acordar siempre, bonita."

Bueno, esto puede sonar a locura paranoica, si ahora lo veo. Pero es que me invade un sentimiento de culpa, de impotencia...

Pero en serio, ¡lo veo sufrir tanto y pienso que parece estar pariendo el pobre mío!

Y todo esto a pesar de estar comiendo divinamente. Aunque pasamos unos días malos porque hacía unas cacas muy ácidas y con muchos mocos, pero eso pasó. Y comenzó a hacer bien.

Ahora que sigue comiendo de lujo, incluso ha comido un poco de pescado (el cual odia a muerte), que se come las verduras, aunque mayormente disfrazadas. Y está comiendo fruta cada dos por tres.

A pesar de todo eso, vuelve nuestro actual enemigo.

Ojalá pudiera solucionarlo todo diciendo:
"¡¡¡¡Sal de su cuerpo, demonio!!!!" 

Pero no es posible, por lo tanto, no queda otro remedio que volver a la Eupeptina y comprar galletas de fibra. Que he descubierto unas que están buenísimas y le encantan.

Que tampoco es solución (las galletas). Porque si tiene ganas, pero se aguanta porque le duele, estamos en las mismas.

¡¡Que va, peor!! Porque cuanto más se aguante, más se acumula y más grande se hace el problema.

Por lo tanto, he optado por no esperar demasiado. Ni un día. Cuando veo que lleva toda la mañana intentando hacer y no puede. Le pongo un enema de glicerina, lo siento en el wáter con su adaptador y espero...

Después de un rato cuando ya está haciendo efecto y mi pequeño consigue parir, ya se encuentra mejor. Le cambia el humor, quiere jugar, en lugar de estar tirado en el sofá, o en brazos de mamá.

Ains, Dioses. Que pase esto ya. ¡Basta ya! ¡Déjanos puñetero estreñimiento! ¡¡Que te pires!! XD


Comentarios

  1. Jo, pobrecitos =( si es que a veces una no puede hacer todo lo que quisiera.

    ResponderEliminar
  2. A mí me da risa cuando los adultos decimos: "qué bonito ser niño" parece que nos olvidamos de esto y del dolor que pasan algunos cuando les salen los dientes, de las rabietas que se agarran que se quedan sin aire porque no entienden este mundo, de las vacunas que por mucho que le digas que no duele y vayan mentalizados es ponérsela y romper a llorar angustiosamente. Lo pasan mal en muchos aspectos pero creo que son todos pasajeros. Imagino que según vaya creciendo le costará menos. Muchos ánimos y no te hagas eso a ti misma. Hay cosas que no podemos evitar. Eres una friki mamá súper guay y llena de amor. Besos

    ResponderEliminar
  3. Me gustaría no saber de qué hablas, de no conocer ese sentimiento de frustración... Pero me temo que no es así.
    Mucho ánimo en esos malos momentos. Ojalá pudiéramos cambiarnos a veces por nuestros peques o saber qué hacer para que no sufran.
    Un besote.

    ResponderEliminar
  4. Mamirecientecuenta3 de febrero de 2016, 16:51

    Jo. Lo siento mucho. Si es que se pasa mal, lo pasamos mal nosotros al verlo a ellos y ellos peor. Ánimos!

    ResponderEliminar
  5. Ay pobre!! No te sientas mal porque no sé qué más puedes hacer; si ya come fruta, verdura y cosas que van bien. A ver si mejora ese estreñimiento también!! Porqué pobrete que incómodo es esto!! Besos.

    ResponderEliminar
  6. Yo ya he aprendido a controlar un poco esa frustración porque no tenemos la llave de todo pero si, es complicado.
    Para el estreñimiento prueba los masajes como los que dan en osteopatía (busca vídeos o ve a una consulta) que son muy buenos.
    ánimo.

    ResponderEliminar
  7. Como te entiendo, mi mayor va estreñido desde que nació, recuerdo pasar más de 45 minutos diarios con los masajes de barriga y presionarle con las piernas la barriguita para ayudarle, y eso que tomaba pecho, cambié mi alimentación mil veces pero no mejoró mucho. Ahora con casi seis años parece que va mejor, pero de ir todos los días nada de nada. Sigue siendo un niño estreñido. Hemos probado de todo come mucha fruta y verdura pero he llegado a la conclusión de que su organismo es así. Su hermano, que come lo mismo, como un reloj todos los días y hasta dos veces.
    Lo peor es cuando han pasado más de tres días, la visita al señor roca se convierte en la pesadilla. En fin seguiremos buscando una solución o esperando que su cuerpo cambie.

    ResponderEliminar
  8. Pues debe de ser que mi hijo es así también.. Su metabolismo es así de estreñido y no podemos hacer más. Seguiremos dándole frutas y verduras, y teniendo paciencia.. mil gracias por pasarte, por contar tu experiencia y que tengas una feliz semana! un beso!

    ResponderEliminar
  9. Gracias por el consejo! Masajes ya le damos, aunque a veces es muy complicado porque pone la tripa dura y no hay quien pueda con tocarle. Intentaremos tener paciencia. Gracias, un besazo!!

    ResponderEliminar
  10. Mucho! Yo los días que lo estoy me siento incomodísima! Espero que vaya mejorando con el tiempo.. Gracias guapa! un besote!

    ResponderEliminar
  11. Pues sí. Ojala todo mejore con el tiempo.. Muchas gracias guapa! un beso!

    ResponderEliminar
  12. Ojala pudiera cambiarme por él, al menos solo durante esos ratos... Pero bueno, intentaremos seguir buscando cosas para mejorar.. Gracias guapa, y Animo también! un besote!

    ResponderEliminar
  13. Parece no, realmente nos olvidamos de estas cosas. Por eso siempre queremos volver a la infancia. Ojala sea pasajero, o al menos que pasado el tiempo mejore la cosa. Muchas gracias por tus palabras jeje Y gracias por pasarte! Un besote!! ^^

    ResponderEliminar
  14. Ojala me pudiera cambiar por él en esos momentos, porque acaba agotado de empujar, el pobre mío. Ains! Bueno, esperemos que mejore con el tiempo. Un besote!

    ResponderEliminar

Publicar un comentario