Como me dijo mi psicóloga

Ir a Terapia no es para cualquiera.   A terapia solo van los valientes.   Los que quieren mejorar.   Los que quieren avanzar.   Los que quieren cambiar y romper patrones tóxicos.   Sanar viejas heridas.   Los que se atreven a mirar la mierda de dentro y a sacarla para limpiar.   Para los que abren el armario y tiran la ropa vieja, sucia y que huele a rancio.   Yo voy a ser valiente por ellos.   No fue fácil. Dolió mucho. Y no cualquiera coge ese dolor y lo acepta, lo abraza y lo transforma.   Se merecen a una madre sana, estable, que no los traumatice y los haga ir a terapia de adultos.   El camino es largo, pero vamos pasito a pasito.   Ahora que me doy cuenta de los traumas ajenos, porque ya me conozco a mí misma y se lo que no tolero. Siento pena por ellos, y por sus hijos.   Sobre todo, por sus hijos.   Porqué el que tiene un trauma y no acude a terapia, su hijo lo hará en el futuro.   Y si no va a terapia o repite patrón o se vuelve drogodependiente.   Tener hijos para darles un

Cambio de la Cuna a la Cama: Nuestra Experiencia.


Esto era algo que ya llevábamos un tiempo pensando.


Pensábamos cual era el mejor momento para hacer el cambio. Y según veía y leía de otras mamás y compañeras blogueras. Decidimos que a los dos años lo haríamos.

Pero como siempre nos pasa, lo vamos posponiendo.

"Cariño. Hay que ponerse en modo bricolaje."

"No pasa nada! para el finde que viene."

Así durante unos meses. Hasta que un día a esta "menda" se le cruzan los cables y dice: "De hoy no pasa! Esta noche duerme en su cama."

¡Y al lio que me puse! Un lunes, los días más asquerosos de la semana. Después, por hacerlo sola, sufrí las consecuencias. Una lumbalgia de caballo. (Por ansias) Pero era algo que ya tocaba hacer. No por mí, sino por Alex. Cada vez que se movía en la cuna se daba algún batacazo. ¡Por las noches escuchábamos unas ostias! De alucinar. En algunas él seguía durmiendo tranquilamente y en otras se despertaba llorando.

Primero decidimos quitar los barrotes (Sin desmontar la cuna) y ver como se manejaba. Pero surgieron algunos inconvenientes.

  1. La barra anti caídas, no cabía en una cuna de 1,40cm. Y al probar a dejarlo dormir sin barra, lógicamente se caía. Por lo que, lo de quitar los barrotes descartado.

  2. Probamos a poner los barrotes, pero teniéndolo siempre bajos. Problema 1: Alex no sabía bajar solo. Aunque no se caía durmiendo de la cama. Problema 2: Cada vez que necesitábamos coger algo de los cajones de abajo, había que; Subir barrotes, bajar barrotes. ¡Un coñazo, vaya!!

Por esa razón me puse ya en modo bricolaje ese lunes. Lástima del escritorio. El mueble, era convertible. De cuna con cambiador pasaba a ser, escritorio con cama y cajonera. Cuando fuimos a ver la cuna, lo hicimos pensando en la casa anterior donde vivíamos, ya que se suponía que iba a ser nuestra vivienda para un largo plazo. Pero todo cambió. Y claro, en esta nueva casa, aunque nos gusta mucho, no tuvimos en cuenta el tamaño del futuro escritorio. Así que, por desgracia, el escritorio ha ido a parar a la habitación/trastero que tenemos.


Bricomanía


Después de una mañana muy movida (Seguro que la vecina de abajo sigue acordándose de mi) esa misma noche Alex durmió en su cama. ¡A mí me iban a ganar unos tablones de madera... JA! ¡Cabezonería power!

El cambio ha sido brutal. Al igual que antes Alex tiene noches en las que duerme del tirón, y otras en las que no. La diferencia ahora es, que no me levanto para ver qué le pasa xD O para despertarle, o cogerle cuando se despierta por las mañanas.

Desde ese día, Alex se levanta solo. Viene a nuestra cama, o es su defecto, por las noches nos busca donde estemos. Lo segundo no es algo que nos haga mucha gracia, pero es inevitable y algún día tenía que llegar.

Una noche incluso; De esas en las que me quedo dormida en el sofá. Me desperté de madrugada con él a mi lado durmiendo. Le miré y pensé:" Juraría que yo estaba sola aquí" xD ¿Cuándo ha venido? ¡Ni me he enterado!"

Hubo otra noche en la que sufrí un micro infarto. Yo estaba durmiendo tan tranquila en mi cama, y me medio desperté de madrugada. ¡Y al girarme para cambiar de postura, me encontré con una sombra, de pie, enfrente de mi cama, mirándome!!



¿Te lo imaginas? No, no era un fantasma. Era mi hijo, en modo insibilino como un gatete.

¿Desde qué hora estaba allí? ¿Por qué no subió a la cama? y, sobre todo. Si no conseguía subir, ¿Por qué no me despertó? Yo soy fácil de despertar, no como su padre... Ejem, ejem.

Al menos ha dejado de darse golpes. Lo curioso es que apenas se mueve.

¿What? ¡Mí no entender! ¡Verdad que no lo entiendes, yo tampoco!  xD Si ahora tiene más espacio para moverse.

Algo que me encanta (además de no tener que levantarme para cogerle :P) es ver como coge sus libros, se sube a la cama. Y se pone a "leer".

¡Sin duda, un cambio a mejor!



Espero que te haya gustado.

¡Un abrazo y feliz semana!

Comentarios

  1. El cambio de la cuna a la cama es toda una experiencia. En nuestro caso nos fue muy bien, aunque al principio les encantaba poder bajarse solos y no hacían otra cosa nada más acostarse. Pasada la novedad, volvieron a dormir del tirón, como siempre.

    Y a mí también me han dado algún susto que otro al darme la vuelta y descubrir esa sombra. Aunque claro, yo tengo el sueño también más ligero que Papá jajajaja...

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  2. jajaja Creo que eso nos pasa a todos. La novedad mola, y nos pasamos el día con eso nuevo. Y cuando pasa. pues otra cosa más.. xDD Me alegro de que vuestro cambio también fuera bueno. ;) ¡un abrazo!

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