Como me dijo mi psicóloga

Ir a Terapia no es para cualquiera.   A terapia solo van los valientes.   Los que quieren mejorar.   Los que quieren avanzar.   Los que quieren cambiar y romper patrones tóxicos.   Sanar viejas heridas.   Los que se atreven a mirar la mierda de dentro y a sacarla para limpiar.   Para los que abren el armario y tiran la ropa vieja, sucia y que huele a rancio.   Yo voy a ser valiente por ellos.   No fue fácil. Dolió mucho. Y no cualquiera coge ese dolor y lo acepta, lo abraza y lo transforma.   Se merecen a una madre sana, estable, que no los traumatice y los haga ir a terapia de adultos.   El camino es largo, pero vamos pasito a pasito.   Ahora que me doy cuenta de los traumas ajenos, porque ya me conozco a mí misma y se lo que no tolero. Siento pena por ellos, y por sus hijos.   Sobre todo, por sus hijos.   Porqué el que tiene un trauma y no acude a terapia, su hijo lo hará en el futuro.   Y si no va a terapia o repite patrón o se vuelve drogodependiente.   Tener hijos para darles un

Lo siento. Te he fallado.

No me encuentro bien. Llevo unos días deprimida. Aunque no lo sabía. Si sabía que me tenía que bajar la indeseable, (como dije en el anterior post) y por eso en casa no dije nada. Chuk me notaba rara. Entiéndeme, yo soy rarita. Pues más aún. Quería achacarlo a las malditas hormonas. Pero en verdad llevaba un tiempo callándome algo que necesitaba salir. Así que una noche cogí a Chuk y se lo conté.

En realidad, no estoy bien. Me siento avergonzada de mí misma, por como terminaron las cosas con la campaña de Change.org.

Avergonzada, porque a pesar de intentar hacer las cosas sin maldad. Sin deseos de hacer daño a nadie, hice daño. Por utilizar unas palabras no exactamente las adecuadas. Aunque muchísima gente me entendió, otras se sintieron dolidas. Y por eso lo siento, aunque ya me disculpe, no parece ser suficiente. (ojo, para mi conciencia)

Estoy frustrada, porque a pesar de conseguir nuestro objetivo, que era hacernos oír, y que nos dejaran entrar y sujetar a Superboy en las extracciones, yo tenía otra meta mayor. Cambiar ese protocolo para todos los niños. Pero no pude llegar a mi meta. Después de nuestra charla con la gerencia del hospital, dejaron muy claro que eso no iba a cambiar. Que lo hacen pensando en el bienestar del paciente/s. A pesar de su insistencia yo queria seguir con todo. Cambiarlo, pero no he podido hacerlo.

¿Y por qué?


Me siento frustrada porque, por miedo a meternos en algo demasiado grande, miedo a meternos en politiqueos, cerramos la campaña. Cuando la meta podría haber estado a la vuelta de la esquina si hubiéramos superado ese miedo y luchado un poco más. MIEDO. Y siento vergüenza de mí misma por ello.

He intentado compensar el peso de mi conciencia haciendo un post sobre la ley de protección del menor. He intentado informar a otros ma/padres por grupos de Facebook. Pero eso no parece suficiente. No era lo que yo deseaba hacer. Pero debo ser políticamente correcta. Hacer las cosas bien, a pesar de que ellos no lo han estado haciendo bien. QUE INJUSTO.

Correcta con un hospital que se ha estado saltando una carta de Derechos y una ley. Que dijeron en palabras textuales "Os haremos a vosotros el favor de entrar, y enseñaros técnicas de sujeción". ¿FAVOR?

Que a pesar de repetirles que era un derecho de los niños, insistieron en que es lo mejor y que no iban a cambiarlo. Ignorando algunos estudios que dicen ser menos traumático para los niños el estar con sus padres. IGNORANDO LA LEY. ¿Por desconocimiento suyo, o por pensar que nosotros no la conocemos?

Correcta con un hospital que se jacta de haber Re-decorado su cafetería en modo "Chic" ANTES que mejorar el trato al paciente. Pero claro, como lo van a revisar, ¿si para ellos así está bien?

No sé cuántas quejas habrán recibido sobre los protocolos injustos. Ni siquiera si mi campaña habrá servido de algo para otros padres. Ya sea para tener conocimiento sobre la ley o yo qué sé. Pero si de verdad hubieran recibido tantos "palos" como nos dijeron, lo más lógico (para mi humilde opinión) habría sido parar la decoración de la cafetería y actualizar los protocolos de atención al paciente.

Y repito por si acaso, que no juzgo el trabajo de ningún sanitario, ni a las personas, ni su buen trato o amabilidad. Aunque no llego a comprender cómo estas personas tienen este pensamiento sobre este tema concreto. Y mucho más siendo padres como lo son algunos de ellos. Me gustaría verlos a ellos en esta situación no una vez, sino repetidamente. A lo mejor nos entenderían y cambiarían de parecer.

Pero desearles esta situación, es a la vez desear sufrimiento para unos niños inocentes. Y eso no me gusta. Por ello, mi mente está en conflicto.

Y como alguna vez ha pasado, (cosa que me han contado) algunos de ellos piden pasar con la excusa de que son sanitarios. "Oye, fulanita, déjame pasar que soy enfermera/o." QUE INJUSTO. Mientras el resto de pa/madres tenemos que oír el llanto de nuestro hijo desde fuera. SIN PODER CONSOLARLES.



Me gustaría saber si todo este lío ha servido para abrirles los ojos a ese hospital. O para tener informados a los padres que vayan allí. Que sepan la injusticia que se comete. Y así poder levantar la cabeza y no sentirme tan avergonzada y hecha polvo. Poder mirarme al espejo sin sentir que no me reconozco.

¿Ha servido de algo?

Por mi parte, te lo diré la próxima vez que vaya al hospital. Cuando Superboy vuelva a coger un virus y necesite una transfusión. Aunque dijeron que nos harían el "favor".

NO ME ESTAS HACIENDO NINGUN FAVOR. ES EL DERECHO DE MI HIJO. AHORA Y SIEMPRE.


A ratos parece que me encuentro mejor. A pesar de las típicas rabietas Superboy hace algo que me saca una carcajada. Me entran ganas de abrazarlo muy fuerte, y comérmelo a besos. Pero después, las lágrimas comienzan a salir. MIERDA.

Llega Chuk de trabajar, intento sonreír, hacer que estoy bien. Le pregunto qué tal el día y yo le cuento que el mío ha sido igual de malo. Rabietas, gritos, no tengo paciencia. Él me cuenta algo gracioso que le han dicho, o una foto graciosa. Me rio. Le miro y pienso, estoy bien. Todo pasará si él está conmigo. Aprovecho para darme una ducha. Me relajo, estoy tan a gusto. Sola, no pienso, solo disfruto la soledad. Salgo de la ducha. Me miro al espejo y las lágrimas comienzan a salir. ¡¡Mierda, que pasa?!

A veces pienso en esas más de 15.000 personas que firmaron la campaña y a pesar de sentirme muy agradecida. Me siento avergonzada.

Decepcionada de mí misma y abrumada. MUY ABRUMADA. Tanto apoyo recibido, tanto cariño. Aunque hubo una parte que no me gusto demasiado. (que en realidad no entiendo porque me sorprende tanto hoy día) La cantidad de gente que se "molestó" en buscar mi perfil personal en Facebook para mandarme mensajes privados. Y aunque no me gustara demasiado, algunos los agradecí.

Porque no se enviaban con maldad, sino con cariño y apoyo. Otros me hubieran gustado no recibirlos, pero claro es la vida 2.0. Y la gente no tiene filtro. Hoy en día la gente se cree con derecho a opinar y juzgar a los demás sin miramientos. Sin entender la situación. Gente sin hijos que no entienden que luchemos por nuestros hijos. Gente que te dice que pienses si lo haces por su bien, o por el tuyo. ¿PERDONA?

NUNCA, en los dos años que llevo con el blog había vivido algo semejante. (he tenido alguna discordia por Twitter, pero a mucha menos escala) Cuando recibí un mensaje de una periodista, ya no sabía dónde meterme. Pero todo se calmó al cerrar la campaña. Tranquilos, no saldré en el periódico, XD

Me he sentido tan abrumada por el poder de reclamo de Change.org que he estado pensando si estaría cómoda viviendo algo así de verdad con el blog. Siempre me ha preocupado influir de manera negativa en otros sin quererlo. Y ahora que le he visto las orejas al lobo, no sé si es lo que quiero de ahora en adelante. Claro está que no soy súper famosa, ni siquiera un poquito. Tengo mi grupo de súper amigos y seguidores en las diferentes redes, pocos, pero valiosos. A muchos no los conozco en persona, pero se han convertido la mi familia 2.0 y no desearía perderlos. Y si algún día pego una cagada, espero que tenga solución.

No soy una escritora sublime. Conecto con muy pocas personas. No tengo mil visitas, ni doscientas, ni cien, por post, ni diarias. Mis posts no los comparte mucha gente, porque…

Bueno, en realidad no sé por qué. Pero ahora no me importa. Solo intento contar mis inquietudes, desahogarme de cosas injustas (a mi entender) o que me sacan de quicio. A veces ofendo a alguien, o no se me entiende, o pareceré imbécil. Lo sé y lo siento. Pero créeme que solo intento empoderarme. Ser dueña (en parte) de la crianza de mi hijo.

Que lo hago lo mejor que puedo y creo. Y que intento luchar por lo que creo sin hacer daño a nadie, aunque a veces el temperamento cabezón que me caracteriza e impaciente me impiden ver que lo voy a hacer mal y solo me doy cuenta cuando el daño ya está hecho. Me he disculpado muchas veces en mi vida. Y lo seguiré haciendo, porque creo que quien comete el error debe disculparse.

Creo que por eso me gusta tanto la Princesa Mononoke. Me veo muy reflejada en su personalidad. Aunque a veces tengo un carácter de mierda, y humor de wáter, soy un amor. :P

¿Qué estoy saliendo para salir del Hoyo?



  • Intento estar activa. Por desgracia, como no podía limpiar mi conciencia, he estado limpiando como una loca mi casa. Vaciar armarios de zapatos sin usar, y cosas del estilo. Cuando Chuk llegaba a casa tenía miedo de lo que se iba a encontrar cambiado.

  • He intentado estar lo mejor posible de humor con Superboy. De verdad, lo he intentado, pero entre sus destructivas costumbres, y sus rabietas, sus "Noes"… Mi paciencia y humor eran apenas inexistentes.

  • Me descargue una App en el móvil para leer Manga durante las noches de insomnio. Descubriendo alguno y recordando favoritos ya leídos. O viendo series. Todo lo que me distrajera de pensar.

  • Salir con amigos, no todos los días, porque cada uno está con su trabajo, clases, etc. Su vida. Pero al llegar el finde intentaba salir si querían quedar, aunque no me apeteciera nada. Sabía que, aunque fuera con desgana, acabaría olvidándome de mi tristeza y me lo pasaría muy bien. Así ha sido. Y está siendo...

  • Y, por último, aunque tampoco me apetecía demasiado. Escuchar música. Mi música favorita en Spotify. Aunque no tenía ánimos para escucharla, siempre acabo cantando, moviendo un pie, y lo mejor de todo.  Superboy intenta cantar conmigo y eso me llena de felicidad. Verlo bailar, verlo sonreír y saltar con la música. Podría decirse que esto último es lo que más me está ayudando a levantarme.

Todos estos intentos de estar bien, se van un poco al traste cuando estoy sola, o no tengo fuerzas ni ganas de hacer nada. Cuando Superboy está durmiendo la siesta y no me mantiene ocupada.

Estaba muy feliz con mi nuevo tatuaje, pero a veces cuando lo miro pienso en que he fallado. Pienso en que le he fallado. Me recuerda mis errores, y mis asuntos inacabados. Pienso en cuántas personas habré decepcionado.

Intento cambiar ese pensamiento por algo más positivo como:

"Esto te recordará siempre, porque y por quien debes luchar, hasta el final. Caerás, pero debes levantarte."





Y quiero acabar este larrrrgo post diciendo que LO SIENTO. No sé cuándo volveré a ser social por las redes. Sigo intentando recomponerme. Tengo pendiente hacer una reseña de un cuento, recomendar una tienda y una campaña de Youzz. Pero no me siento con ánimos de compartir nada. PERDONADME. Intento mirarme al espejo sin llorar. Y es que además se me junta con que Superboy comienza en noviembre la escuela infantil y estoy nerviosa.

Gracias por estar ahí, por los ánimos, aunque me hagan llorar... :P

Por el apoyo y la paciencia. GRACIAS.




Comentarios

  1. ¡No tienes que estar mal! ¡lo has hecho muy, muy bien lo has intentado y has hecho más que muchas personas!

    ResponderEliminar
  2. Gracias guapa. Cada vez me voy encontrando mejor. Ha sido muy liberador contarlo. Como si hubiera soltado lastre… Aunque me gustaría que hubiera cambiado algo, aunque fuera un poquito... ¡Un beso!

    ResponderEliminar

Publicar un comentario