Como me dijo mi psicóloga

Ir a Terapia no es para cualquiera.   A terapia solo van los valientes.   Los que quieren mejorar.   Los que quieren avanzar.   Los que quieren cambiar y romper patrones tóxicos.   Sanar viejas heridas.   Los que se atreven a mirar la mierda de dentro y a sacarla para limpiar.   Para los que abren el armario y tiran la ropa vieja, sucia y que huele a rancio.   Yo voy a ser valiente por ellos.   No fue fácil. Dolió mucho. Y no cualquiera coge ese dolor y lo acepta, lo abraza y lo transforma.   Se merecen a una madre sana, estable, que no los traumatice y los haga ir a terapia de adultos.   El camino es largo, pero vamos pasito a pasito.   Ahora que me doy cuenta de los traumas ajenos, porque ya me conozco a mí misma y se lo que no tolero. Siento pena por ellos, y por sus hijos.   Sobre todo, por sus hijos.   Porqué el que tiene un trauma y no acude a terapia, su hijo lo hará en el futuro.   Y si no va a terapia o repite patrón o se vuelve drogodependiente.   Tener hijos para darles un

¡No me llames!


Antes de ser madre, no es que hablara mucho por teléfono.


Bueno, ejem. Como me llamara mi tía, podíamos pasarnos DOS HORAS hablando.

Salvo que no me enterase por alguna razón. Procuraba coger el teléfono. A no ser que supiera que era la típica campaña de promociones y ofertas. Esas que te llaman a las cuatro de la tarde, te despiertan de la siesta y las ganas de matar comienzan a crecer dentro de ti. XD

Desde que soy madre, han ido surgiendo algunos temas, inconvenientes. De esos que no se suelen contar. Por ejemplo; Ya no soporto hablar por teléfono. Tiene que ser muy importante, (como llamar al médico de Superboy, o alguna gestión parecida como buscar guarderías) para llamar por teléfono.

Con la única persona que puedo “hablar” por teléfono es con Chuk. Y muy malamente, ya que Superboy me quita el móvil, toca todos los botones, y como me descuide cuelga. Propongo crear un botón de colgar que se esconda cuando estás hablando. Y reaparezca cuando vas a colgar. Venga, ingenieros, pensad en madres como yo... Por favor. ¡Socorro!

Y claro, como en la foto aparece su padre, Superboy piensa que le puede ver, así que cuando me quita el teléfono, se pone a enseñarle con lo que esté jugando. Y lo de hablar yo con él pues… Como se pueda, y rapidito, con el altavoz y levantando la voz un poco que…



“¡NO TE OIGO! ¿Qué? ¿Qué has dicho? Arg! Bueno, luego te cuento. Voy a colgar.”

Hablar se hace muy difícil. Y si no es su padre el que llama y no puedo/quiero poner el altavoz…

  • Empieza a estirar de mi brazo.

  • Si no consigue nada, se sube encima mío y tira del móvil.

  • Si con esto tampoco consigue nada, entonces empieza a ponerse en modo disco rallado

  • ¡Mamá, mamá, mamá, mamá, mamaaaa, maaaammaaaaaa, MAMA!!!

  • Y si aun así no consigue nada, ya pasamos al llanto. Y a ver ahora quien puede escuchar, y ser escuchado.

En ese momento tengo tres salidas:



  • Pedirle a Superboy, que tenga un poco de paciencia, que me dé un minuto, y hacerle entender que no puedo darle el móvil. Lo que no suele entender y le provoca más llantos.

  • Si con suerte estoy con otro adulto, pedirle que se quede con él un momento hasta que termine.

  • Y la última y la más usada ya que estoy mayormente sola con Superboy es: Pedirle a la otra persona que me llame más tarde o llamarle yo.



Desde hace unos meses cada vez ha ido a peor, por lo que me estoy acostumbrando a gestionar los temas que se puedan por email. Y me está encantado. Todo va mejor, aunque también tengo momentos en que Superboy no me deja escribir, y a veces mando unos emails que parezco imbécil.

Comencé a trabajar así ya que me llegaban emails en plan “No puedo localizarte por teléfono”. Y es que como siempre lo llevo en silencio, a no ser que sepa que alguien me va a llamar, para alguna prueba médica, algún repartidor, Etc. Pues siempre en silencio. Que, si no, luego pasan cosas de, estar durmiendo a Superboy y que suene el dichoso móvil. Seguro que alguna vez te ha pasado y te has acordado de esa persona y de toda su familia, por oportuno, y de ti misma por olvidarte ponerlo en silencio... ;)

Por eso, hasta que mi pequeño entienda que no me puede quitar el móvil, que no puede ponerse así cuando hablo por teléfono, que tiene que esperar un minuto o dos. (Joe, que tampoco hablo tanto. A no ser que sea mi tía. :P ) Pues prefiero hablar por email, o whasaAp.


Si eres alguien que quiere ponerse en contacto, te atenderé mejor por estos medios. Y si no por mensajes de Facebook, Twitter, Instagram. Sera por redes sociales!! Jaja Lo siento, sé que a muchas personas les gusta más hablar, pero para mí es casi imposible. Si me llamas, y tienes suerte de que me entere, hablaras con una madre y su hijo llorando de fondo.



Es una lucha perdida, lo tengo asumido. Por eso, ¡no me llames!

¡Mándame un email, por favor! :P



Gracias por leer. ¡Un abrazo!


Comentarios

  1. ¡Uy!! Te entiendo perfectamente. Incluso hubo gente que me tachó de borde por no coger nunca el teléfono, pero es que lo tenía en silencio por eso mismo que explicas tan bien. Hasta que Daniel tuvo cinco meses estuve en una casa en la que el antiguo dueño había hecho un apaño porque estaba medio sordo y era imposible silenciar el teléfono. Encima sonaba muchísimo. La gente no entendía que le pidiera que no llamaran más tarde de las ocho. Que era el horario que mejor les venía me decían llamándome histérica y egoísta. Que poco se ponen en la piel de lo demás.

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  2. Bueno, la de veces que han llamado a las nueve de la noche y tienes que coger el teléfono corriendo para que no suene mucho. XD La gente es muy poco empática o no se acuerda de que seguramente pasó por lo mismo. Animo guapa, seguro que se pasa y podemos volver a no ser unas bordes... jajajaja ¡Un besazo!

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