Como me dijo mi psicóloga

Ir a Terapia no es para cualquiera.   A terapia solo van los valientes.   Los que quieren mejorar.   Los que quieren avanzar.   Los que quieren cambiar y romper patrones tóxicos.   Sanar viejas heridas.   Los que se atreven a mirar la mierda de dentro y a sacarla para limpiar.   Para los que abren el armario y tiran la ropa vieja, sucia y que huele a rancio.   Yo voy a ser valiente por ellos.   No fue fácil. Dolió mucho. Y no cualquiera coge ese dolor y lo acepta, lo abraza y lo transforma.   Se merecen a una madre sana, estable, que no los traumatice y los haga ir a terapia de adultos.   El camino es largo, pero vamos pasito a pasito.   Ahora que me doy cuenta de los traumas ajenos, porque ya me conozco a mí misma y se lo que no tolero. Siento pena por ellos, y por sus hijos.   Sobre todo, por sus hijos.   Porqué el que tiene un trauma y no acude a terapia, su hijo lo hará en el futuro.   Y si no va a terapia o repite patrón o se vuelve drogodependiente.   Tener hijos para darles un

Tengo un mal día


Hoy tengo un mal día.


Un día de esos que estás enfadada sin motivo. Que todo te sienta mal. Y que estoy pagando con el que menos se lo merece.

Hoy un día más vierto mi frustración en quien menos lo merece.

Paciencia, ¿Dónde estás? ¿Dónde te has ido? ¡Vuelve! ¡Hoy te necesito más que nunca!

¿Y qué me pasa?


Para empezar, comenzaré diciendo que estoy a cinco días de la indeseable (mi calendario reglil me lo ha chivado). Y muy probablemente mis cambios hormonales me están jugando una mala pasada. (o al menos espero que sea eso)

Por otra parte, siento frustración por dejar temas aparcados, en punto y aparte porque tengo que ser políticamente correcta. Me revienta ser políticamente correcta con quien no lo merece. Y a veces mi queridísimo marido me saca de quicio con este tema. Tenemos visiones diferentes en ciertos aspectos. Y aunque entendemos la parte del otro, no opinamos lo mismo sobre ciertos actos a llevar a cabo.

Además, tengo que admitir que estoy nerviosa por el comienzo de Superboy en la Escuela infantil. Bueno, más bien preocupada. Si, ya sé que es algo que tiene que llegar, ya sé que, de todas formas, el año que viene comenzará el colegio. Pero me preocupa cómo van a ir las cosas. Ya sabes que no habla, no dice ni su nombre. No sé cómo se va a desenvolver en la escuela sin apenas articular palabra. Pero, por este motivo ¿Se soltará al fin?

¿La gente dejará de dar la vara con que no vaya a la guardería?


Aunque por otra parte también tengo ganas de que vaya a la escuela. Llevo un mes y pico sin hacer nada de Hamas. Y cuando lo intento, Superboy viene, se pone encima mío y me destroza todo. Quiere coger las pinzas, quiere hacerlo él, me mezcla los colores. La única cosa que tenía escrupulosamente ordenada en una cajita por secciones de colores, y se ha ido todo a la mierda. Y todavía hay gente que dice, que ser ama de casa, madre y trabajar desde casa es fácil. Sí, claro. Por favor, sustitúyeme. ¿Solo por un día a ver qué tal? Arg!

Tengo ganas de tener tiempo de soledad para hacer mis cosas. ¡Quiero sacarlo adelante, de verdad que sí, pero así no se puede!

Mira que cuando tengo estos días, entre respirar hondo, y escuchar música, puedo, medio controlar mi genio. Pero hoy, ni con esas. Y me hace sentir horriblemente culpable. Porque sé que Superboy es como siempre.


Tiene sus rabietas, ignora algunas cosas que le digo, y destruye a su paso. El problema soy yo. Hoy estoy que muerdo y no sé cómo remediarlo.

Odio estar así con Superboy, porque me cuesta hasta sonreírle cuando me enseña algo ilusionado. Porque me desquicia oír cincuenta mil veces al día "Mamá".

Estoy deseando que llegue Chuk, que me haga el relevo y acabe este día infernal.

Pero como siempre, ingenua de mí. Mi trabajo de madre no acaba hasta que Superboy se duerme. Porque si, papá hace la cena. Cenamos los tres juntos, por supuesto con rabietas, porque Superboy no quiere cenar.

Sobrevivimos a la cena y llega la hora de dormir. Papá le cambia y le pone el pijama. Papá se lo lleva a la cama a leer un cuento. Y yo respiro profundo porque tengo por fin mi rato de soledad. Pensando en que se termina el día, y vamos a dormir. Pero, ilusa de mí, Superboy vuelve reclamando mi presencia. Y respiro profundo, se jodió fastidió mi momento.

Hijo, te quiero, te adoro. Pero en días como estos me siento una madre pésima por desear estar sola. Porque tú no tienes la culpa. Tu eres como siempre. Venga, vamos a la cama. Olvidemos este día y soñemos con que mañana será diferente y mejor. Dulces sueños.



Comentarios

  1. Vaya, yo hoy tengo un día un poco raro, apático quizá. No me apetece hacer nada. Me ha llamado una amiga para ir a dar paseo con ella y su hija y he preferido quedarme en casa (cosa que no suele gustarme especialmente). Mi día no es como el tuyo, pero tu día me recuerda mucho muchísimo a muchos días que sí tengo, y es cierto que con frecuencia son días previos a nuestra queridísima, así que yo sí creo que puede estar más que relacionado. Yo lo que suelo hacer esos días es que cuando llega el padre salgo de casa, porque sé que necesito desconectar por completo y en casa es absolutamente imposible. ¡Mucho ánimo!!

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  2. Ay como te entiendo. Es que nos ponen a prueba todo el santo día y cuando explotamos nos miran con esas caritas de “cómo te pasas” y con la lagrimilla al borde de caer… Y claro te entra un cargo de concienciaaaaa. Ainsss. Claro que los queremos. ¡Mucho!! Y yo creo que eso lo notan, aunque estemos con el modo troll on. ¡¡Ellos también tienen ese modo troll!! Y nadie les guarda rencor por decirte lo tonta, fea, inútil, mala que eres. ¡Jolín! Que somos humanas. Y tenemos derecho a explotar y a desesperarnos, a contestar mal, a gritar y a llorar. Ánimo. Seguro que pronto tienes uno de esos momentos en el que te lo comes a besos.

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  3. Lee este post del sabio Tang de Naranja: "Esto pasará":

    tangdenaranja.es/esto-tambien-pasara/

    Besos!

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  4. ¡Gracias por los ánimos! A veces la maternidad de tropieza con nuestras hormonas o historias de la vida y hacen una mala mezcla.. Pero bueno, noto que ya me voy encontrando mejor. Espero pronto volver a mi ser al 100%. ¡Un abrazo y de nuevo gracias!

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  5. ¡Muchas gracias guapísima! Es que a veces parece que las madres tenemos que aguantar y sonreír sea como sea. Y mira que lo he intentado por Superboy, pero ha sido muy difícil. Y días totalmente imposibles... Pero por suerte ya me voy encontrando mejor. ¡Muchas gracias y un abrazote!:D

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  6. ¡Hola! Perdóname, tenía tu comentario en pendientes de aprobación. No sé por qué, porque no tengo puesto para aprobar comentarios. Bueno, el caso. ¡Ya leí ese post de Tang y me ayudó mucho! Lo volveré a leer, ¡gracias!!

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