Como me dijo mi psicóloga

Ir a Terapia no es para cualquiera.   A terapia solo van los valientes.   Los que quieren mejorar.   Los que quieren avanzar.   Los que quieren cambiar y romper patrones tóxicos.   Sanar viejas heridas.   Los que se atreven a mirar la mierda de dentro y a sacarla para limpiar.   Para los que abren el armario y tiran la ropa vieja, sucia y que huele a rancio.   Yo voy a ser valiente por ellos.   No fue fácil. Dolió mucho. Y no cualquiera coge ese dolor y lo acepta, lo abraza y lo transforma.   Se merecen a una madre sana, estable, que no los traumatice y los haga ir a terapia de adultos.   El camino es largo, pero vamos pasito a pasito.   Ahora que me doy cuenta de los traumas ajenos, porque ya me conozco a mí misma y se lo que no tolero. Siento pena por ellos, y por sus hijos.   Sobre todo, por sus hijos.   Porqué el que tiene un trauma y no acude a terapia, su hijo lo hará en el futuro.   Y si no va a terapia o repite patrón o se vuelve drogodependiente.   Tener hijos para darles un

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La maternidad te lleva por caminos desconocidos.




Los hijos te llevan a los límites de la paciencia y te enseñan cosas que nunca pensaste tener que aprender. Cosas que en su momento dijiste que no te pasarían. ¡¡¡¡Meeeehh!!! ¡Zas en toda la boca! Por lista. ¿Qué te parece? Anda, para la próxima vida a ver si aprendes a estar más calladita, bocas.

Desde hace unas semanas Superboy, cada vez que hacemos algo que él no quiere o no le parece bien nos dice:



¡Mamá/papá tú mal!





Algunos se echarán a reír y dirán que son cosas de críos. Que es adorable. Y yo también lo pensaría si no fuera porque una vocecita en mi cabeza me dice que esto traspasa algunos límites. Pero es que desde hace unas semanas está totalmente desafiante. Además de responder "No" si no quiere recoger los juguetes, hace pedorretas, burlas, sale corriendo, pone malas caras, cruza los brazos, grita, pega, etc.



La ultima discusión ha sido este mediodía. Como siempre, mientras hago la comida le pongo un rato de dibujos. Como siempre me pide Rayo Mcqueen, se lo busqué y se lo puse. Entonces vino la frasecita. "Mamá, tu mal"



La curiosidad me invadía y le pregunté qué era lo que había hecho mal.



¿Qué he hecho mal cariño? ¿Ponerte los dibujos? ¿Ponerte a Rayo?


Sí, mamá. Tú mal...





Y aunque no estaba segura de que fuera eso de verdad, porque muchas veces dice que si o que no aleatoriamente. Me enfadé. Le dije que cuando mamá hace algo mal, pide perdón si es necesario. Otras veces lo he hecho. Si me doy cuenta de mi error y de verdad lo siento, no me cuesta disculparme, ni mucho menos con mi hijo. Pero en esta ocasión no creía haber hecho nada mal. De hecho, cariño mío.

No es ninguna obligación por mi parte ponerte dibujos y si tan mal lo he hecho te los quito y listo.



Todo cambió. No sé de dónde ha surgido la frase, pero me tiene frita. Cada vez que no se hace lo que el nene quiere, nos la suelta. Soy la primera en preguntarle qué ropa quiere ponerse, qué zapatillas vestir, a qué parque quiere ir. Pero creo que hay ciertos límites que ya está intentando sobrepasar.



Como la frase: "Papá, tú a trabajar"



La primera vez nos partimos de risa. Nos cogió tan desprevenidos que nos reímos sin pensarlo, y a lo mejor eso le ha confundido. Ahora siempre después de comer manda a su padre a trabajar y como no le hace caso se enfada, y tenemos el rato de la rabieta. Hasta que se calma, razonamos con él. Y se duerme la siesta...




Quiero comer con los pies sobre la mesa.




Esta es otra. Aunque lo hemos podido quitar sin mucho insistir. Hubo unos días que se empeñaba en querer comer con los pies en alto. Y le pregunté que de donde se sacaba eso de comer con los pies en la mesa. Y respondió que lo hacía un amiguito suyo en el cole. Sinceramente, no sé si creerlo o no, porque a veces miente. Miente para que le demos cosas, o para que pongamos dibujos. No le doy mucha importancia, aunque seguimos recalcando que no está bien. Aún sin estar segura de sí era verdad, le dije que, porque lo hiciera un amigo suyo, él no tenía porqué hacerlo. No se come con los pies en la mesa.



Y aunque eso lo hemos erradicado del tirón, van surgiendo otras cosas, como jugar con la comida, jugar con el tenedor, y claro por accidente tira la comida. O directamente no querer comer. Un día hasta se fue a la cama él solo sin querer cenar. Aunque volvió arrepentido a los pocos minutos. Entiendo que es un niño y tiene que ir probando los límites. Pero hay días en que no puedo.


Crianza positiva mis ovarios




Yo lo intento, de verdad. Hablo en tono amable, pido que se hagan las cosas por favor. Pero en la gran, gran mayoría de ocasiones solo recibo rabietas, noes, y desafíos. Me repito cual disco rayado.



"Cariño, por favor, recoge los juguetes.

Hijo, por favor, come bien.

Cariño, por favor, no hagas eso que te puedes hacer daño."




Y cuando he repetido 50 veces cada una de estas frases, llega un punto en que no puedo más y pego el grito. Pego el grito, me enfado y entonces se hace lo que llevaba rato pidiendo de buenas maneras. Y me frustro. Porque al final he perdido la paciencia. Me siento como una mierda, aunque haya conseguido que recoja. Y después cuando digo que me he enfadado porque no consigo que haga las cosas de buenas, y me tengo que enfadar, viene Superboy, me da un abrazo y me dice "Perdón, mamá, no te enfades."



Así que podéis imaginar los días intensos que pasé como madre soltera. Pero eso ya pasó. Ahora volvemos a ser dos para seguir quitando el pañal. Que llevamos 10 días sin él.

Pero de esto, ya hablaré en otro post más detenidamente, que tengo tela...  Adelanto un pequeño fragmento:




A pesar de todo esto. De todo lo dicho anteriormente. Le repito a Superboy que, Mamá, aunque se enfade. Aunque grite, aunque me frustre y desespere. Mamá SIEMPRE, siempre quiere con locura a Superboy. Decídselo a vuestros hijos. Que sientan ese amor incondicional de su madre. Siempre.




Comentarios

  1. Me ha gustado tu post, el tono desenfadado que le has dado y el mensaje que transmites.
    Yo también grito… a veces… cuando la situación me supera. Empiezo bien… como tu indicas…. con tono de voz suave y asertivo. Pero cuando has repetido bastantes veces el mensaje… de distintos modos… tratando de ser obedecida…. acabo perdiendo los nervios. Y al igual que tu luego me siento mal… y pido perdón… porque sé que fallado.
    Eso sí, tengo claro que, aunque a veces me enfade… mis hijos tienen claro que mi amor por ellos es incondicional… y que, aunque no siempre se porten bien… siempre les querré!

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  2. Creo que el mensaje de hacerles sentir que los queremos a pesar de todo es importantísimo. Pero enfadarse y acabar sin paciencia es lo que nos toca. Intentaré seguir mejorando. Tengo que enterarme de donde venden la paciencia, ¡porque la necesitamos... jajaja Gracias por pasarte guapa! ¡un abrazo muy grande!

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  3. ¡Me encanta!!!!
    Y es normal desesperarse, frustrarse y todo y más cuando se comportan así, pero son rachas (o eso espero jajajaja).
    Mucho ánimo guapa!! ¡Y tú sabes q lo estás haciendo lo mejor q puedes y con eso basta!! Yo estoy con rabietas, pero se frustra porque no sabe hablar casi y cuando le digo si me enfado dice que sí. Pero luego me da un abrazo… (me la como).
    Lo importante es q se sienta querido y con límites establecidos, ¡así q lo estás haciendo genial!!!

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  4. ¡Gracias por los ánimos y temando muchos a ti también! Ojalá sea una época... ¡Porque luego viene la adolescencia y hay que pillar fuerzas de donde sea! jajaja ¡Un besazo!

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