Como me dijo mi psicóloga

Ir a Terapia no es para cualquiera.   A terapia solo van los valientes.   Los que quieren mejorar.   Los que quieren avanzar.   Los que quieren cambiar y romper patrones tóxicos.   Sanar viejas heridas.   Los que se atreven a mirar la mierda de dentro y a sacarla para limpiar.   Para los que abren el armario y tiran la ropa vieja, sucia y que huele a rancio.   Yo voy a ser valiente por ellos.   No fue fácil. Dolió mucho. Y no cualquiera coge ese dolor y lo acepta, lo abraza y lo transforma.   Se merecen a una madre sana, estable, que no los traumatice y los haga ir a terapia de adultos.   El camino es largo, pero vamos pasito a pasito.   Ahora que me doy cuenta de los traumas ajenos, porque ya me conozco a mí misma y se lo que no tolero. Siento pena por ellos, y por sus hijos.   Sobre todo, por sus hijos.   Porqué el que tiene un trauma y no acude a terapia, su hijo lo hará en el futuro.   Y si no va a terapia o repite patrón o se vuelve drogodependiente.   Tener hijos para darles un

Operación pañal: Nuestra experiencia


Que comiencen los juegos del hambre.


Hace unos meses comenzamos esa fase que todo padre/madre teme que llegue. “la operación pañal”

Cuando pienso en este título me parece estar comenzando una película de terror. Si suena exagerado, y seguramente lo es para muchos. Pero para nosotros ha sido un poco eso durante estos meses.

Afortunadamente nada dura para siempre, como bien me recordaron por twitter una frase mítica de la película “El cuervo”.



“No llueve eternamente” - Eric Draven.



Ay, Brandon Lee, si nos estas viendo desde alguna parte, no te olvidamos. De vez en cuando vuelvo a ver tu película, y vuelvo a enamorarme como una colegiala. Siempre estarás en nuestros corazones.

Pero no nos desviemos del tema que nos ha traído aquí.

Un día que lo recogí de la escuela infantil, su profesora me dijo que Superboy había pedido hacer pis en el WC. Todo por imitación a sus compañeros, que algunos ya habían comenzado a hacer caca en el orinal. Me sentí orgullosa he inquieta a la vez. Pero si el momento había llegado no había otra que empezar.

Resumen consejos



  • Como algunos ya sabéis por un post que escribí el año pasado. Comenzamos a incentivar el querer quitar el pañal, mediante libros. Lo podéis leer aquí.

  • Hacer que sus muñecos favoritos hicieran pis y caca en el orinal.

  • Tener mucha paciencia y seguir sus ritmos. Respeto, ante todo, y más aún con niños muy estreñidos como Superboy.

  • No regañar si se hace encima. Si está preparado, él o ella mismamente se sentirán mal por no haber sido capaces de llegar o avisar. No necesitan ningún tipo de castigo ni malas palabras ni malos gestos. Comprensión, cariño y un cambio de ropa.

Incluso con estos conceptos bien aprendidos, y bien mentalizados. Somos seres humanos, y nos frustramos. Para mi sinceramente, lo sufrí mucho. Me sentí muchas veces incapaz. No sabia como seguir. El tema del pis fue relativamente fácil. Salvo las primeras semanas, que se le escapaba.

El pobre se ponía a jugar y no se daba cuenta de que tenía pis hasta que ya era demasiado tarde. Muchas veces venía a mi corriendo a contarme que tenía pis, mientras se le escapaba todo. Lo malo, y a pesar de yo decirle que no pasaba nada, que le cambiaba de ropa y ya esta, o de explicarle que tenía que avisar antes, para ir al baño. El mismo se frustraba.


Un día incluso llegó a casa del cole muy triste. Desmoronado. Se había hecho pis en la escuela, y cuando llego a casa, solo quería estar abrazado a mi. Nada más. Se me calló el alma a los pies. Sentía que a pesar de seguramente estar haciendo todo lo mejor que podíamos, éramos incapaces de evitarle esas situaciones a nuestro pequeño.

Al final y aunque de vez en cuando sufre alguna pequeña pérdida, el pis ya está controlado. Ahora incluso va al baño solo.

Hablemos de cacas y truños.


El tema de la caca, esto si que fue la pesadilla. Superboy es muy estreñido. Hable de ello en varios posts, sobre la frustración que sentíamos de no poder ayudarle, y sobre qué alimentación seguir para que fuera más fácil para él evacuar. Pero el miedo fue nuestro peor enemigo.

Superboy no quería sentarse en el W.C. Pedía el pañal para hacer caca, o lo hacía en el calzoncillo sin importarle nada, o directamente ni hacía durante días. Intenté hablar con él, inventarme historias. Hable con Ruth del libro que sacará el año que viene, y lo bien que me vendría hoy. Me dio algunas ideas, me contó cosas de su libro que podrían ayudarme ahora. (Ruth, tu libro me lo compraré por si hay un segundo churumbel, que conste) Hable con Chuk sobre esto, y además de los consejos de Ruth, nos inventamos unas historias impresionantes sobre sus cacas.

En este tema del pañal tengo que dar un consejo muy importante.

Tu y tu pareja debéis ser un equipo. Es muy importante.


En el tema cacas, el único que consiguió después de enemas, de charlas, de historias y de horas sentados los dos juntos en el W.C., fue su padre. Doy eternamente gracias por que trabaja en casa y me hacía relevo cuando yo ya no sabia que hacer. Aunque muchas veces intentábamos estar los tres juntos, siempre que yo estaba Superboy dejaba de intentar apretar. Se ponía a hacer monerías o a llorar y yo acababa marchándome.

Y así poco a poco, con su padre cada tarde quedándose con él en el baño durante horas para que hiciera caca. Después de que casi, casi, que nuestra lavadora nos quisiera poner una demanda por explotación laboral. Porque el lavado de calzoncillos y ropa en general, era diaria, y constante. Muchos días a pesar de haber comprado un arsenal de calzoncillos, o ponía el lavado corto y lo dejaba secar al sol, o nos quedamos sin reservas.


Paciencia


Saca de donde puedas, de donde no creas que tienes. Saca paciencia. Y si te tienes que desahogar con alguien, que no sea tu hijo. En esto tengo que admitir que alguna vez me he frustrado tanto, que he perdido la paciencia. En muchas ocasiones me he enfadado conmigo misma por mi poca paciencia. Pero no veía la salida. Incluso llegué a pensar que tal vez debíamos consultar con un psicólogo.

Me asustó, hablar con una de mis vecinas y saber que con su hija un poco más mayor lo estaba pasando peor. Que ellos seguían dándole el movicol porque no conseguían que quisiera hacer caca.

Pero Chuk, por mucho que lo niegue es igual de cabezón o más que yo. Él decía que no necesitaba un psicólogo, y allí se quedaban los dos en el W.C. Muñecos, Tablet, juegos. Lo que fuera que lo entretuviera y le hiciera querer apretar.

El comienzo del fin de esta operación pañal, fue un día que no hubo más remedio que ponerle un enema. Chuk encontró un método para ponérselo sin que casi se entere y por tanto no llora. Después sentado con el adaptador, en modo parto, animarle a apretar mientras le da el retortijón poniéndole voz a la caca. “Necesito salir, déjame salir. Ayúdame, por favor. Aprieta”



Y así hasta que ahora, dos meses después, un día que yo estaba peinándome en el baño. Entró superboy por su cuenta, y me dijo

“Voy a hacer pis mamá”





Pero no se quedó de pie. Levantó las dos tapas del W.C., se agarró a los lados y apretó, y apretó, hasta que todo salió. Lo cuento en modo historia fantástica, porque lo fue.

Cuando vi como se sentaba, no pude evitar ir corriendo a buscar a su padre. Y los dos escondidos, vimos asombrados y radiantes de felicidad como estaba apretando él solo para hacer caca. Totalmente independiente y ajeno a nuestra presencia. Chocamos los cinco por haberlo conseguido y seguimos con lo que hacíamos con total normalidad.

Bueno, total normalidad, después de decirle a Superboy lo campeón que era por lo que había logrado y lo orgullosos que estábamos. Ahora solo tenemos que lidiar con esos pequeños escapes que, en comparación con lo anteriormente vivido, no son nada importante.


¡Prueba superada!




Comentarios

  1. Que post tan elaborado!! y que razón tienes, la OPERACIÓN PAÑAL es complicada (sobre todo si nuestros peques son de los observadores y que se lo cuestionan todo, esos son los que disfrutaran más mi libro)
    muchiiiiiiisisiisisisimas gracias por esa mención
    y aún más ilusionada de haber podido ayudarte con ello ^_____^

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  2. ¡Gracias a ti!! ¡Estoy deseando leer tu libro! ¡Un besazo!

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  3. Fantástica entrada, y es que la operación pañal en cada casa (y con cada niño) es un mundo aparte.
    En mi caso fue relativamente sencillo, pero el tema caca... Desde muy pequeño es incapaz de hacerla fuera de casa. Se niega en rotundo. No sé si se traumatizó un día que se le escapó un poco (bastante) del pañal en la guarde, fruto de una gastroenteritis salvaje, o qué sé yo. Pero desde entonces no hay tu tía.
    En casa la puede hacer en su váter chiquitito, en el orinal, en el váter de mayores... Pero fuera, no. So riesgo de ponerse malo.
    Vaya charla te estoy metiendo.

    Enhorabuena por superar con nota el hito más chungo de cada familia!!
    Un abrazote!

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  4. Ains el pobre jajaja me e reído mucho con tu post porque aunque aun no soy madre se que llevas razón y encima no te a faltado el sentido del humor ¡Buen Post! ^^

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  5. Yo pasé mucho con el primero, y sobre todo la paciencia y comprender los escapes los veo primordiales. Gracias por el post.

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