Las Maravillas de ser mujer y tener la Menstruación

Creo que ya todo el mundo sabe lo que es la menstruación, la regla el periodo, o como quieras llamarlo. Para las jóvenes afortunadas que pasen por aquí y no lo sepan, dejo algún enlace por aquí para aclarar dudas.

Yo no voy a contar científicamente lo que es, vengo a contar como mujer que la sufre.

Uy, sí. ¡He dicho sufrir!



Porque, aunque ahora se lleva lo bonito. Odiar caca. Hay que contar lo bueno, lo maravilloso, lo felices que somos todos.

Para mí (y seguro que para muchas otras mujeres) no es un momento Happy flower power.

Comenzaré diciendo lo que odio adoro que me salgan granos. Esos mega granos reglosos, que no puedes contener ni con la mejor de las cremas. Ni con ungüentos naturales, ni con su puñetera madre.

Esos maravillosos granos (véase con sarcasmo) que vienen a recordarte que te queda poco o nada para la visita de la marea roja. Vienen siempre con el mismo mensaje:

"Hola Guapi!! Me paso por aquí por si no te acordabas de que te tiene que venir el periodo…

Oh, ¿que ya estás con él?? UUuuuppsss"

Sí, sí. No me acordaba. Gracias amigo grano, ¡por demostrarle al mundo CADA MES QUE SOY MUJER!

Otra cosa que más que odiar adorar, es más como una molestia. Son las tetas. Tengo un tamaño normal, aunque siempre (desde que tengo edad de tenerlas) me han considerado del montón "Pechugona". Pero en los días previos o durante el periodo, o las dos cosas. Se hinchan, molestan, duelen. No se me puede ni rozar, ni apoyar y aunque quitarme el sujetador normalmente es un alivio inmenso en estos días es una tortura. Duelen para todo.

Lo único bueno es que a mi señor marido le encanta. Claro que, si no fuera yo la sufridora y las viera así con tanto esplendor en otra chica, yo también estaría encantada sinceramente…

Hay otra cosa que me hace maravillosamente feliz y afortunada de tener la regla. Uff, hoy no puedo controlar el sarcasmo, perdón. Y es ser más antisocial si cabe.

Siempre he sido muy tímida, y por lo tanto me ha costado mucho hacer amigos o conocer gente. Pero cuando estoy con la regla, entre los ataques de mala leche y lo antisocial que me vuelvo…

Menos mal que solo dura unos días, si no. Forever Alone.

Normalmente, (que no siempre) soy una persona amable, comprensiva, paciente (bueno, un poco más, tampoco mucho), pero cuando estoy con mi amiga la roja, me vuelvo irritable, todo me sienta mal, no soporto nada, no quiero ni besos ni abrazos. A no ser que vengan de mi hijo claro.

Tengo lo que mi marido y un amigo llaman Humor de Water.

La verdad que a veces me pregunto cómo me soporta en estos días. Supongo que después de casi 15 años a aprendido a pasar de mi yo poseída por las hormonas en estos días.

Cuando estoy así, es mejor hacer eso. Pasar. Si contesto mal ignórame. Si soy una borde, lo siento. Yo también he aprendido a darme cuenta de que no estoy bien y no soy yo misma. Por eso en parte me vuelvo antisocial. Para relajarme, doy paseos, me intento tomar la vida más Zen, respiro profundo muchas veces, intento dejar pasar esas cosas que noto me encienden un fuego interior que me dan ganas de ponerme a gritar como una posesa;

¡¡¡ME TENEIS HASTA EL CHOCHO!!!

SSsshhhh, caaalma querida. Aguanta los caballos que te dan los sofocos y para qué queremos más.

No quiero que se me olvide mencionar esos maravillosos dolores menstruales de los dos primeros días. Esos necesarios dolores que algunos meses me hacen retorcer de dolor y no cesan ni con medicación. Además del cansancio, el sueño, los mareos, los antojos de comida, dolor de riñones, y con suerte algún que otro mes en lugar de odiar todo, me da por la pena y lloro por todo.

Oh, cuán maravillosas son las hormonas.


Pero sigamos hablando de dolores, Esos que comenzaron a los 15 años y me dejaban K.O. Si te acuerdas de una chica que se desmayó o que bajó del autobús dando tumbos. Si, era yo. No, no estaba borracha, estaba con la regla. ¿Y cuál era la recomendación médica? Beber aquarius. Que ayuda con el bajón de tensión, pero no soluciona nada.

Tenía la absurda idea de que después del embarazo la cosa mejoraría. Pero no. Algunos meses son incluso peor.

Sería maravilloso tener la regla, si no fuera por los síntomas premenstruales, los dolores y los puñeteros granos.

Eso sí. Una última cosa. Ni se te ocurra, jamás en la vida, si algún día me ves cabreada, preguntarme si estoy con la regla.

Primero, porque es ofensivo y puede que hasta machista.

Segundo, aunque sea verdad y lo esté, no me jodas. No te conviene despertar al dragón. Enserio. No lo hagas. Nunca, ni a mí, ni a ninguna mujer. No corras ese riesgo. Y si aun así lo haces, solo te voy a dar un pequeño consejo. Entre tú y yo…

CORRE