Como me dijo mi psicóloga

Ir a Terapia no es para cualquiera.   A terapia solo van los valientes.   Los que quieren mejorar.   Los que quieren avanzar.   Los que quieren cambiar y romper patrones tóxicos.   Sanar viejas heridas.   Los que se atreven a mirar la mierda de dentro y a sacarla para limpiar.   Para los que abren el armario y tiran la ropa vieja, sucia y que huele a rancio.   Yo voy a ser valiente por ellos.   No fue fácil. Dolió mucho. Y no cualquiera coge ese dolor y lo acepta, lo abraza y lo transforma.   Se merecen a una madre sana, estable, que no los traumatice y los haga ir a terapia de adultos.   El camino es largo, pero vamos pasito a pasito.   Ahora que me doy cuenta de los traumas ajenos, porque ya me conozco a mí misma y se lo que no tolero. Siento pena por ellos, y por sus hijos.   Sobre todo, por sus hijos.   Porqué el que tiene un trauma y no acude a terapia, su hijo lo hará en el futuro.   Y si no va a terapia o repite patrón o se vuelve drogodependiente.   Tener hijos para darles un

Llevar a los niños al comedor del Colegio: ¿Si o no?


La respuesta sencilla sería: DEPENDE.

Así con letras mayúsculas, para que se vea bien. La respuesta larga sería:

  • 1 depende de tu situación económica.

  • 2 depende de si necesitas la ayuda del gobierno.

  • 3 depende de si necesitas dejarlo por tu trabajo. (La amada conciliación)

  • 4 depende de si tu hijo come bien o mal en casa.

Y seguro que depende de muchas otras cosas, que a mí no se me ocurren. Si a ti si, ponlas en los comentarios. ; )

En nuestro caso particular, por ejemplo. No es que tengamos una economía muy boyante. Aunque tampoco hemos solicitado ninguna ayuda para el comedor. Nos va bien como estamos. Algunos meses un poco ajustados, como este mes de septiembre. Pero bueno, son cosas necesarias y que no nos pasan cada mes. No nos podemos quejar.

Lo que vengo a decir es que Superboy va al comedor del colegio porque en casa come muy mal. Sí, ya sé eso de que los niños comen lo que su cuerpo necesita. Ya, ya lo sé. Pero es que no llego a entender porque mientras hacia la comida, Superboy repetía que tenía mucha hambre.

A veces le daba algo para que aguantase un poco, y otras veces no le daba nada, y le pedía que tuviera paciencia. En cualquiera de los casos en cuanto se sentaba en la mesa para comer, ya me soltaba el: "No quiero comer"
AAAAHHH!!! ¿¿Pero por qué??!!!



Es muy frustrante. Porque tiene épocas en las que no come ni lo que más le gusta. Como la tortilla francesa o las judías verdes con jamón. Y ya no sabíamos que hacer. Estábamos deseando que empezara el comedor, para que comiera algo.

Hubo días que solo se alimentaba de la leche del desayuno y la leche de la merienda. Porque solo quería eso. Leche. O leche con galletas. Y si nos negábamos a darle galletas, para que comiera otra cosa, rabieta, llantos, gritos. Un desmadre total.


Y pensar que yo antes no quería meter a Superboy en el comedor. Como siempre mi queridísimo hijo haciendo que cambie de opinión respecto a su crianza. Claro, que antes comía algo mejor. Y no teníamos que estar pidiéndole que comiera, o que no jugará con los cubiertos, o tirarlos por el aire. O que no se ponga a cantar. "Cantar después de comer".

Ahora le ha dado por pedirle a su padre jugar a Piedra papel tijeras. Y las primeras veces es gracioso, pero después hay que seguir comiendo. Esas cosas las puedo entender, porque al fin y al cabo es un niño.

Lo que no entiendo para nada, es que al sentarse diga "No tengo hambre" o "No quiero comer" Así por las buenas. Cuando en muchas ocasiones son cosas que le gustan y mucho.

Me alucina y me indigna a partes iguales cuando las monitoras del comedor me dicen que se lo come todo. Algunos días sí que me han dicho alguna cosa que ha dejado, porque dice que no le gusta, como la lechuga o las natillas. Que rechace algunos alimentos es lo normal.

Pero que se lo coma todo y encima repita porque ataca los platos de sus compañeros, ya es alucinante. Me flipa.

Por lo que Sí. Seguirá yendo al comedor. Así nos quedamos tranquilos. Y comprobamos además que es verdad, porque va al baño a menudo. Suelta unas cosas por ese pequeño cuerpecito que no son ni medio normales. También que está engordando y se le ve la cara más rellenita. No quiero que esté grande como Michelin, eso no sería sano. Pero que coma y tenga un aspecto más saludable.




Antes me preocupaba mucho su delgadez. Algún día le he comentado a su padre lo que se le notaban las costillas. Y porque sus médicos nos decían que estaba sano, si no… Creo que también, en su delgadez y pérdida de peso, influye mucho el ponerse enfermo muy a menudo. Cosa que la última fue a principios de agosto y no ha vuelto a ponerse malo. ¡Cruzamos los dedos!

Que todos sabemos, que cuando llegan los virus, se va el apetito.

Conclusión:


Si no llevas a tu hijo/a al comedor porque no lo necesitas ¡Genial! Sinceramente te envidio. No permitas que nadie te haga sentir culpable por eso. Que ya conocemos a los opinólogos de turno. "que si no socializa, que si tú tienes más tiempo para ti" etc., etc. Uff qué hartura.

Pero si lo llevas por cualquiera de las razones nombradas arriba, o por las que sean, tampoco permitas que nadie te haga sentir culpable por eso, que hay opinólogos para todos los gustos. Cuando no lo llevas mal, y si lo llevas, también mal. Venga, pega el grito conmigo.


¡ME ESTÁIS ESTRESANDO!!

Cada uno sabemos lo que tenemos en casa y por qué lo hacemos. A veces con el ejemplo no basta.

"Si tu hijo te ve comiendo verduras, él también lo hará" ¡JA!



A veces ni eso basta, ni esto sirve. A veces la confianza da asco. A veces el ejemplo tiene que venir de otros niños. Sus iguales.









Comentarios

  1. Madre mía, si tuviera que escribir sobre mi hijo mayor (4años) te pediría que me dejaras hacer un copia-pega. El año que viene va a tercero de infantil y te aseguro que voy a hacer todo lo posible para que entre en el comedor del cole. En la guarde se lo comía todo, y él solo. Aquí en casa se come cuatro comidas y media y hay días que tarda más de una hora en comer, incluso dándoselo yo.
    Aprendí a acostumbrarme de bebé, a que con un bibi al día tenía suficiente. Su pediatra me decía, el niño está sano, no? Pues ya no necesita más. Y si por él fuera subsistiría con vasos de leche, macarrones y puchero, esa es su dieta :(.
    Tengo una amiga que cuando le comenté el año pasado que lo mismo lo apuntaba al comedor porque estaba muy desesperada, me dijo, pues es una pena eh, Rocio? Pobrecito. Y va y este año y ella apunta a sus hijos a aula matinal para poder ir al gym por las mañanas (la gente se mete mucho donde no le importa).
    Y es que mi hijo come por imitación, si está con los primos, come lo mismo que ellos, en la guarde comía, y estoy segura de que en el comedor va a comer, por tres motivos. Uno, porque todos comen. Dos, porque el año que viene también estará su hermano y ese se comen lo que le echen :). Tres, porque está su mejor amigo y él no querrá ser menos.
    En fin, lo de la delgadez también lo vivo con el. Así que ya te digo, que parece un post escrito por mí.
    Ánimo y el año que viene al comedor!!!! :D

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  2. Pues me alegro de que te veas identificada. Ojalá se nos pasen estos malos rollos y podamos verlos crecer felices. Que es lo más importante. Un abrazo muy grande guapa!

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