Como dije en un post anterior llevábamos intentando quedarme embarazada 3 meses. He de confesar que primer mes que lo empezamos a buscar yo aún no estaba muy convencida.
En fin, el tercer mes comencé a sospechar de mi embarazo en un 70% de seguridad. El otro 30 pensaba que me iba a venir la “amiga”, ya que los síntomas eran muy parecidos y no notaba nada como náuseas o cualquier otro síntoma de embarazo.
Al igual que en el primero sentía dolores pre-menstruales y un dolor de pechos insoportable. Aún así 4 días de falta después me hice un test de embarazo que dio positivo rapidísimo.
No sabes lo que fue guardar el secreto a todo el mundo de que lo andábamos buscando. Así que en cuanto el test dio positivo tenía ganas mortales de contarlo. Obviamente primero a Chuk que estaba durmiendo en la cama. Y por segunda vez tuve que explicarle que significaba el resultado. Ya os podéis imaginar su cara de felicidad por haberlo conseguido.
Después fui a contárselo a mi tía. Que me hacía especial ilusión ya que con el primer embarazo al vivir lejos, la noticia fue a través de una foto por WhatsApp. Pero esta vez fue lo contrario. Estábamos juntas puede enseñarle en vivo el predictor y ver su cara. Abrazos de felicidad. Fue un gran momento que siempre recordaré con mucho cariño.
Unos días después justo el día de volver a casa de Toledo, comencé a sentir las temidas náuseas. Aunque conseguí mantenerlas a raya unos días manteniendo reposo o comiendo algo antes de levantarme de la cama. Llegó una noche en que ya no pude más. Entonces comencé a no tolerar ciertos alimentos.
Pero claro solo podía saber que no los toleraba cuando, cinco minutos después de comerlos, comenzaba a sentir unos dolores de estómago insufribles y ganas de vomitar.
Me sentía tan físicamente agotada que al más mínimo esfuerzo físico me provocaba náuseas constantes. Pero cuando se lo comenté a mi ginecólogo y me recetó las pastillas para las náuseas fue cómo ver una luz en la oscuridad. Tanto que ese día al tomarme la primera dosis Chuk que me dijo que volvía a sonreír.
El 16 de enero fuimos al ginecólogo y vimos a garbancito. Al parecer es más grande de lo que contando con mi última regla dice. Contando el ciclo desde mi último día de regla (2 de diciembre) estaría de 7 semanas (a 22 de enero) pero según la ecografía estoy de 7 + 4 semanas.
Que son 4 días de nada. Pero la única explicación que le vemos es que haya ovulado antes de lo esperado.
Además, aproveché para hablar con el de un par de cosas que me preocupaban:
Mis intolerancias alimenticias
Le comenté que había comenzado a tomar las pastillas prenatales (Femasvit) que me mandó en el primer embarazo. Pero me aconsejó dejar de tomarlas. Por lo que tuve que interrumpirle y contarle mis problemas con la fructosa y la poca dieta variada que tenía que llevar. Cosa que me preocupa bastante. Me recomendó tomar otras diferentes (Femibion) que llevan lo que necesito para el primer trimestre y dejamos las otras para más adelante.
Le pregunté si podía seguir usando las bolas para ejercitar el suelo pélvico:
Me dijo que no había problema. Pero que, en este segundo parto, el suelo pélvico, se me iba a quedar de nuevo muy flojo, Por lo que iba a tener que ejercitarlo de nuevo. Y además me comentó un aparato modernísimo que tenían para la elasticidad vaginal y que no debía preocuparme. Todo esto fue consultado con un ginecólogo privado.
Cosas buenas
He aumentado una talla de pecho y tengo a Chuk contentísimo. Estoy aprendiendo a tomarme todo con más calma y sobre todo que algunas cosas me resbalen. En este embarazo no me van a afectar las acciones de otras personas.
Me hicieron los correspondientes análisis del primer trimestre y salieron varias cosas.
La primera y la más importante, tengo la hormona de la tiroides un poco alta. Por lo que tenía que empezar a medicarme. Una pastilla al día, y cita solicitada para ver a un endocrino. Todo esto me lo llevan por la seguridad social.
La segunda y menos importante fue el azúcar bajo. Pero según la matrona, debe ser por estar en ayunas. Y no debería tener relación con mi intolerancia a la fructosa.
El tema de la tiroides me preocupaba un poco ya que en mi primer embarazo no tuve ningún problema; salvo ese pequeño manchado de las 11 semanas. Pero hablando con la matrona y las experiencias de otras mamis con las que he hablado por Instagram parece ser que es normal y que a veces las hormonas se alteran, pero no pasa nada.
Al llegar al tercer mes de embarazo tenía la esperanza de que las náuseas terminasen o disminuyera. Y la verdad es que disminuyeron un poco y la verdad es que lo agradecí porque quería dejar de tomar el cariban. Ya que al tomarlo me estaban saliendo ronchas en la piel. Como irritaciones y al salirme en la zona en la que me salían, como el sobaco al ponerme el desodorante me escocía muchísimo.
Así que tuve que cambiar el desodorante por crema para hidratar la zona con la esperanza de que desapareciera.
Además, con las náuseas que ya empezaron a disminuir seguía con vómitos con ciertas comidas. Cosas que me encantan de repente después de comerlas las vómito. Y otras cosas que me encantan todavía más pero que no puedo comer por mi intolerancia a la lactosa las deseo fervientemente. Como el chocolate o mousse de chocolate, pasteles, y estoy un poco en lucha interna.
Un fin de semana, habíamos quedado con unos amigos que vemos muy muy muy de vez en cuando y sus hijos. Fuimos a un restaurante y yo la verdad es que iba con un poco de miedo porque pedir. Estaba un poco agobiada y no sabía que hacer así que al ir al restaurante y ver la carta fui un poco a lo seguro. Vi que tenían un bacalao con puré de patatas, que, aunque no estoy tolerando muy bien el pescado el puré de patatas sí que lo tolero perfectamente.
Y aunque no me terminé el bacalao que para mí yo de ahora estaba un poco salado pero claro es así el bacalao. El puré de patatas estaba buenísimo. Además, luego me sugirieron también (que yo no lo pensé) tomarme la pastilla de Nutira de lactasa por si en el puré de patata llevase mantequilla o polvo de leche o cualquier sustancia que me pudiera hacer daño.
Así que ya que tenía que tomarme la pastilla de lactasa aproveche y me comí un trozo de pizza con su queso y un brownie de chocolate con helado de vainilla, más a gusto que un arbusto. Había que aprovechar la pastilla. Esto fue en la semana 12 de embarazo.
Mañana día 27 de febrero tenemos la eco de las 12 semanas. Que por si no sabéis en esa eco detectan anomalías cromosómicas.
Objetivo de la ecografía:
- Detectar el tiempo de gestación.
- Vitalidad embrionaria. Comprobar que el bebé está correctamente y en su desarrollo.
- Determinar el número de embriones. En nuestro caso ya sabemos que es uno.
- Establecer el riesgo de anomalías cromosómicas. La translucencia nucal, Cribado cromosómicas.
- Estudio de anatomía fetal.
- Estudio de preeclampsia. Miden la pulsatilidad de las arterias uterinas para la detección de un riesgo de desarrollar preeclampsia durante el embarazo.
- Detectar anomalías del aparato genital materna. Al parecer exploran el útero y los ovarios para descartar miomas tumores etcétera.
Aquí se acaba el primer trimestre; ahora estoy de 12 semanas más 6 días (26 de febrero). Dentro de nada entramos en la semana 13 y ya estamos en el segundo trimestre, te hablaré en otro post.
Que bonito recuento de tu experiencia, me ha gustado mucho.Gracias por compartir.
ResponderEliminarMuchas gracias! Un abrazo!
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