Como me dijo mi psicóloga

Ir a Terapia no es para cualquiera.   A terapia solo van los valientes.   Los que quieren mejorar.   Los que quieren avanzar.   Los que quieren cambiar y romper patrones tóxicos.   Sanar viejas heridas.   Los que se atreven a mirar la mierda de dentro y a sacarla para limpiar.   Para los que abren el armario y tiran la ropa vieja, sucia y que huele a rancio.   Yo voy a ser valiente por ellos.   No fue fácil. Dolió mucho. Y no cualquiera coge ese dolor y lo acepta, lo abraza y lo transforma.   Se merecen a una madre sana, estable, que no los traumatice y los haga ir a terapia de adultos.   El camino es largo, pero vamos pasito a pasito.   Ahora que me doy cuenta de los traumas ajenos, porque ya me conozco a mí misma y se lo que no tolero. Siento pena por ellos, y por sus hijos.   Sobre todo, por sus hijos.   Porqué el que tiene un trauma y no acude a terapia, su hijo lo hará en el futuro.   Y si no va a terapia o repite patrón o se vuelve drogodependiente.   Tener hijos para darles un

Tengo miedo al parto


Llevo unos días que no estoy bien. Y no sabía decir por qué. Mi señor marido en un par de ocasiones ya me dijo “joer, menudas contestaciones dás. Que borde.”

Estaba cabreada, de mal humor. Y en mi interior quería achacarlo a las hormonas. Pero ese mal humor estaba comenzando a llevarlo a Superboy.
Es un niño que repite mucho las cosas, es cierto. Está muy desobediente, en plan “no quiero recoger y me voy”. Pero mi mal humor ya llegaba a límites en que he llegado a pensar:


“Es que ya no aguanto nada de este niño. ¿Qué me pasa?”



Por lo que primero me paré a pensar la posible razón de los escapes de pis. Estaba pidiendo más atención y de ser así ¿por qué?

A escapes me refiero no durante la noche (que los sufre, pero no le damos ninguna importancia. Ya pasarán.) Me refiero al día, está jugando y se aguanta, hasta que no puede más y hay que hacer cambios de ropa enteros. Otras veces solo son unas gotitas. Tenemos que estar muy pendientes. Y ya no sabemos cómo gestionarlo. Por eso he llegado a pensar que sea una llamada de atención, para estar más pendientes de él.

Tiene cuatro años, y ya pasamos por esto el año pasado en la operación pañal. ¿Acaso es un retroceso por el futuro bebé?

Miré hacia atrás y me di cuenta de que antes del embarazo, me tiraba al suelo con él rodeados de juguetes. ¿Dónde han quedado esas tardes? Y entonces lo vi claro.

Estos meses de malestar de náuseas de vómitos. Me estaba centrando mucho en esos meses del primer trimestre. Y ahora en ese cierto cansancio del segundo. No sé si solucionará a los escapes. Pero está claro que le he estado prestando menos atención. Aunque ya no me tire al suelo jugamos con plastilina en la mesa o pintamos.

Pero mi mal humor y el no aguantar nada, seguía ahí. ¿Por qué? ¿Qué me ponía de tan mal humor?
¿De verdad son las hormonas?

Hasta que un día mientras iba caminando al colegio para recoger a Superboy caí en la cuenta. Y me vino una imagen que me provoca ansiedad. Ya he sufrido anteriormente ataques de pánico, por lo que sé reconocer los síntomas. En ese momento comprendí mi mal humor.

Ahora que estoy en el ecuador del embarazo, veo cada vez más de cerca el momento del parto.Y eso me aterroriza.


Esta era mi razón de no querer otro embarazo. Por esto yo no estaba convencida de querer un embarazo. Si quería otro hijo, otro bebé. Pero estar embarazada implica algún día Parir. Y estoy muerta de miedo.

Los ataques de ansiedad, en mi experiencia, lo mejor (conmigo) es respirar profundamente y pensar en otra cosa. Ese no era el mejor lugar ni el momento. Estaba sola. Caminando por una calle sola y tenía que llegar al colegio para recoger a Superboy.

Así que respiré profundamente y pensé en que íbamos a hacer al llegar a casa. ¿Superboy querría jugar con plastilina o con sus juegos de mesa o quizá pintar?

Ahora sí. Hablando de este miedo a Parir. Por culpa de la experiencia que ya viví en su momento. ¿Qué puedo hacer con él? Intento pensar que:


  • Primero: Aún quedan unas cuantas semanas. Aunque el verano pasa pronto pero no lo pienses.




  • Segundo: que la experiencia no tiene porqué ser como la primera. Ana, deberías escuchar los consejos que tú misma has dado.




  • Tercero: precisamente esa mala experiencia deberías servir de escudo. Una manera de sacar fuerzas. Ya no eres primeriza, sabes a lo que vas y lo que podrían hacerte. Sabes lo que duele. Al menos el principio hasta que llegó la epidural. ¿Pero seré capaz de llegar el final sin epidural?

Pienso que debería ser más valiente. Pero tengo poca resistencia al dolor. Y cuando algo me duele mucho mi reacción es dejar de respirar. Como ya me pasó en el parto de Superboy y me regañaron.
Pero por ahora debo centrarme.

Estoy feliz. Disfruto de mi embarazo. Disfruto de las personas de mi entorno. De las pataditas y los movimientos. Sobre todo, disfruto de no tener nauseas y no vomitar. Hoy los he vuelto a comer pescado sin vomitarlo.


En resumen, no pensar, disfrutar del embarazo y la vida. No puedo dejar que la angustia y el miedo domine en mi vida y mi estado anímico. Cuando llegue el momento de la verdad, espero ser valiente. Superar mis miedos y no tener un parto perfecto, pero si uno consciente y que no me cause pesadillas ni traumas.

Espero tantas cosas que no sé si seré capaz.

Pero lo espero… quiero confiar en mí misma.













Comentarios

  1. Hola, no sé qué años tiene tu hijo pero hasta los 5 años los escapes de pis por la noche se consideran normales, hay niños que tardan más en madurar en este aspecto y después se habla de un trastorno llamado enuresis, que afecta a un 15% de niños de 5 años (más a los varones) habitualmente relacionado con una hormona que normalmente se acaba solucionando cuando crecen. TE aconsejo que intentes darle la mínima importancia y no agobiarte con ello, ni regañar al niño.

    ResponderEliminar
  2. Hola Marta, te agradezco el consejo.Pero en ningun momento he dicho que sufra escapes de noche. Que los sufre, pero no le damos importancia. Son escapes durante el día. Porque se aguanta. Pero lo vamos resolviendo. De nuevo gracias y un saludo.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario