Como me dijo mi psicóloga

Ir a Terapia no es para cualquiera.   A terapia solo van los valientes.   Los que quieren mejorar.   Los que quieren avanzar.   Los que quieren cambiar y romper patrones tóxicos.   Sanar viejas heridas.   Los que se atreven a mirar la mierda de dentro y a sacarla para limpiar.   Para los que abren el armario y tiran la ropa vieja, sucia y que huele a rancio.   Yo voy a ser valiente por ellos.   No fue fácil. Dolió mucho. Y no cualquiera coge ese dolor y lo acepta, lo abraza y lo transforma.   Se merecen a una madre sana, estable, que no los traumatice y los haga ir a terapia de adultos.   El camino es largo, pero vamos pasito a pasito.   Ahora que me doy cuenta de los traumas ajenos, porque ya me conozco a mí misma y se lo que no tolero. Siento pena por ellos, y por sus hijos.   Sobre todo, por sus hijos.   Porqué el que tiene un trauma y no acude a terapia, su hijo lo hará en el futuro.   Y si no va a terapia o repite patrón o se vuelve drogodependiente.   Tener hijos para darles un

Harta de los Estereotipos de Género en la infancia


Nunca me había visto en la necesidad de escribir un post desahogándome sobre este tema. Con un tuit o algo en Instagram me era suficiente. Pero hoy necesito soltarlo porque ella está bien.

Porque si con un niño luchar contra los estereotipos de azul-rosa, muñecas-coches, etc ha sido y está siendo complicado. Con una niña me lo veo venir y de qué manera.


Ahora tendré que reivindicar por dos niños inocentes. Dos niños que han nacido o van a nacer sin prejuicios y los adultos de su entorno se los inculcaran. Aunque ahí estaré yo para lucharlo y corregirlo. Sé que será difícil.

Porque esta sociedad tiene tan arraigado que las muñecas son de niñas y los coches de niños sobre todo las personas más mayores, que ya en alguna ocasión hemos tenido una situación incómoda.

Como en una ocasión en la que dejamos a Superboy con los abuelos y cuando regresó lo hizo con un huevo donde le habían tocado unas pegatinas de Hello Kitty.

Superboy vino con la idea de dárselas a su amiga C, lo que en un principio no me pareció para nada mal. Tonta de mi pensé que como adora a C, había pensado por si mismo en regalarle las pegatinas.

La rabia vino unas horas después cuando Superboy me dijo tímidamente que quería jugar con las pegatinas de Hello Kitty. Ahí fue cuando me vino a la cabeza.


“O no, alguien le ha dicho que eso es de niñas”


Y le dije:


“Cariño te gustan esas pegatinas? Pues juega con ellas, no pasa nada. Le regalamos otras a C, en otra ocasión. Pero tú juega.”


Se le iluminó la cara al instante y se fue corriendo a jugar con sus pegatinas de Hello Kitty, mientras yo, aunque contenta por una parte de haber hecho feliz a mi hijo. Por otro lado, estaba rabiosa por los posibles comentarios y comidas de olla que había podido sufrir mi pequeño.

Como la última de hace poco ha sido:



¿Las muñecas muerden a los chicos si las cogen?

¿Le salen sarpullidos porque tienen alguna enfermedad las muñecas?

Si no es por estas razones no entiendo por qué el niño no puede jugar con muñecas.

Y que no me vengan con lo de “Maricon” usándolo como insulto. Asociándolo a

“se convertirá en gay”

Una persona puede ser gay sin necesidad de jugar previamente con muñecas. Una persona no se hace gay por jugar con muñecas. O por llevar una camisa rosa. Ser gay no es nada malo en cambio ser gilipollas sí lo es.


Prefiero tener un hijo gay a un gilipollas como tú, que sigue intentando insultar a las personas llamandolas “maricones”.

Lo siento (que en realidad no lo siento para nada) pero mi hijo, aunque no tenga muñecas en casa porque no las pide si en el parque o en la piscina hay una niña con muñecas él se une y juega.

Porque como leí no sé dónde, ¿Los juguetes de los niños se juegan con los genitales? No, ¿verdad?

Pues entonces deja de ponerle género a los juguetes de los niños y déjales jugar. Déjales disfrutar. Deja de crear esa separación de sexos que luego de adultos luchamos y nos quejamos tanto.


Nos quejamos del machismo y creamos hombres machistas desde pequeños.

O creamos mujeres delicadas que solo piensan en ser princesas esperando su príncipe azul. Un príncipe azul que al crecer nos damos cuenta de que no existe y nos preguntamos ¿por qué? ¿Qué nos pasa?

Cuando en realidad a nosotras no nos pasa nada, nos pasan los estereotipos de género que nos han inculcado desde pequeñas.

Nos pasa la manera en la que nos crían desde pequeñitos.

¿Supergirl no va a poder jugar con coches? ¿O construcciones, herramientas? ¿Solo es admisible que juegue con muñecas, maquillaje y a ser una princesa?


Recuerdo cuando me pusieron caras raras el día que dijimos hace un par de años que Superboy quería una cocina de juguete para regalo.

Caras de asombro que no llego a entender todavía, cuando los chefs más famosos del mundo son hombres.

¿Con mi hija qué cosas me voy a encontrar? Porque ya voy advertida y sabiendo que le van a regalar ropa rosa. Que en parte no me parece mal. Será un color más que combinar de vez en cuando con otros colores. Al igual que usaré azul, y al igual que usé rosa con Superboy. Respeto a las personas que visten a sus niñas como un pastel de fresa, pero a mí no me gusta y no lo haré. Me gusta la diversidad, combinar y sobre todo no asociar un color con el género.

Va a ser una lucha constante lo sé, una lucha hasta que crezcan. Pero tengo la esperanza de criarlos bien y que ellos mismos puedan decidir que ser en la vida sin la influencia de esta sociedad.


Tal vez me salga una niña ingeniera o un niño peluquero o tal vez no. Tal vez sean otra cosa. Estilista o arquitecto. No importa. Lo importante para mí es que puedan decidir por sí mismos sin ser juzgados por aquello que hagan.

Y si son juzgados como “Maricon” o como “Marimacho” que tengan los cojones y los ovarios de poner a esas personas coloradas de vergüenza por su pensamiento retrógrado.



Y si estas leyendo esto y te acabas de dar cuenta de que haces estas cosas sin darte cuenta, te animo a leer algunos artículos sobre los estereotipos de género. A cambiar, para mejorar el futuro de la sociedad. Que estamos criando a la sociedad del mañana. Yo no nací sabiendo. Reflexioné y cambié poco a poco. Leyendo, informándome y queriendo que mi hijo sea mejor persona. Mucho mejor que yo.

No perfectos, pero al menos poner un granito de arena para hacer un mundo mejor.

Web Consultas

Naciones Unidas

Estereotipos de género que escuchamos cada día

El país: "Un estudio demuestra que tanto en países ricos como pobres educar en desigualdad a edad temprana puede ser dañino"




Comentarios

  1. ¡¡Plas plas plas!! ¡100% de acuerdo en todo! ¡Frase por frase!

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  2. ¡¡Gracias!! A ver si con cada granito de arena hacemos entre todos un mundo mejor. ;)

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