Como me dijo mi psicóloga

Ir a Terapia no es para cualquiera.   A terapia solo van los valientes.   Los que quieren mejorar.   Los que quieren avanzar.   Los que quieren cambiar y romper patrones tóxicos.   Sanar viejas heridas.   Los que se atreven a mirar la mierda de dentro y a sacarla para limpiar.   Para los que abren el armario y tiran la ropa vieja, sucia y que huele a rancio.   Yo voy a ser valiente por ellos.   No fue fácil. Dolió mucho. Y no cualquiera coge ese dolor y lo acepta, lo abraza y lo transforma.   Se merecen a una madre sana, estable, que no los traumatice y los haga ir a terapia de adultos.   El camino es largo, pero vamos pasito a pasito.   Ahora que me doy cuenta de los traumas ajenos, porque ya me conozco a mí misma y se lo que no tolero. Siento pena por ellos, y por sus hijos.   Sobre todo, por sus hijos.   Porqué el que tiene un trauma y no acude a terapia, su hijo lo hará en el futuro.   Y si no va a terapia o repite patrón o se vuelve drogodependiente.   Tener hijos para darles un

Segundo embarazo [Segundo trimestre]


Aunque ahora mismo me encuentro en el tercer trimestre, ni me acordaba que no había escrito sobre el segundo. Os hablé de mi cerebro de embarazada en otro post xD Pero aquí estamos, vamos a ello!



En la semana 13 al fin se acabaron las náuseas, y los vómitos fueron cesando. Poco a poco pude ir dejando el Cariban. Lo que agradecí muchísimo ya que me salían ronchas en la piel que por lo que leí en el prospecto era un efecto secundario del Cariban.



Con el segundo trimestre comenzó mi “lucha” por seguir usando mi ropa y retrasar todo lo posible el comprar ropa premamá. Ya que lo peor del embarazo iba a ser para el pleno verano.




En este trimestre sufrir una infección de orina con virus incluido que me dejó para ir al hospital. Apenas podía andar sin marearme, tenía mucha fiebre y malestar que agravó las náuseas que aún sufría. Pero una mañana en el Hospital con suero y antibiótico para la infección de orina me devolvieron a la vida.




El del 26 de marzo fuimos a una ecografía con el ginecólogo y se vino Superboy con nosotros. Fue muy emocionante ver su cara de asombro al ver en la tele a su futura hermano/a. En esta eco además nos dijeron que podría ser una niña. No lo confirmaron al 100% pero, ya a mí me dio ciertas esperanzas ya que tenía la ilusión de tener una niña. Bueno yo y toda la familia.


Que, si hubiera venido un niño, nos hubiera hecho ilusión igual. Lo importante es que viniera sano.

Comencé a usar la crema Bepanthol antiestrías que tenía guardada ya que me tocó en una caja Nonabox si no recuerdo mal. Y sentí un gran alivio de picores y estirones de la piel. Ya se notaba que el bebé crecía mucho.

En este momento también empecé a notar una falta de paciencia por mi parte hacia Superboy que estaba muy intenso. No sé que podía ser hable de ello en un par de post.

Tengo miedo, pero quiero confiar en mí misma.

Los cuatro años: Esas cosas que no se cuentan.

Además de notar  incremento de la sed. Necesitaba beber constantemente incluso hubo alguno que se atrevió a decirme que era síntoma de diabetes gestacional. Lo que ya os adelanto por si no me seguís en redes sociales que no es así. No tengo diabetes gestacional. O al menos en mi caso no ha sido así. Cuidado con lo que le auguramos a una mujer embarazada.




En la semana 20 del embarazo comenzaron los dolores de espalda en los riñones. Cosas tan simples como fregar los cacharros me mataba la espalda. Los mareos al levantarme se hicieron presentes y tenía que quedarme unos minutos sentada antes de ponerme en pie.


La cita con la matrona me dijo que teníamos que mirar los niveles de hierro ya que en esta época comenzamos a necesitar un suplemento, y así fue.

Algunas veces notaba cierto dolor en el bajo vientre lo que me advirtieron que sería mi útero expandiéndose o los músculos de la barriga relajándose para dejar crecer el útero. Lo malo y como supe que eran los músculos de la barriga fue por unos estornudos. A veces sí estornudo o hago algún movimiento me dan tirones bastante dolorosos. Esto se ha incrementado en el tercer trimestre.





Las patadas se notan y cada vez con más intensidad a veces incluso llegan a ser dolorosas. Sobre todo, para mi pobre vejiga. Que ya le recuerde a Supergirl que no se iba a mover de ahí; es mi vejiga y deben compartir espacio temporalmente. En este trimestre comencé a notar en algunas ocasiones como se me hinchaban las manos. De hecho, tuve que quitarme uno de los dos anillos que llevaba ya que me apretaba mucho. Por suerte se me pasaba al rato, pero para el tercer trimestre deberé quitármelo seguramente.


A las 23 semanas comencé a tener las contracciones de Braxton Hicks y aunque me pareció muy pronto según la matrona en cada embarazo comenzamos a sentir antes las cosas al igual que los movimientos.

Además, algunas noches comencé a sufrir espasmos en las piernas lo que llaman “piernas inquietas”. Lo que provocaba noches de insomnio eternas. Todo añadido al calor que ya tenía y que en el tercer trimestre continuará cosa de lo que hablaré en otro post. La semana 26-27 me hicieron la prueba de glucosa o test de O ‘Sullivan para comprobar si tenía diabetes gestacional.

En junio, también en la semana 27, fuimos a una boda en Menorca. Y estuve ese día teniendo muchas contracciones. Algunas eran dolorosas, y otras no. Se me pasaba al estar en reposo, por lo que la fiesta se terminó pronto para nosotros. Al volver a Alicante y comentarle esto a la matrona no le dio mucha importancia. Pero aquel mismo día tuve cita también con mi ginecólogo privado y al comentarle lo mismo dijo que había tenido una amenaza de parto prematuro por el estrés del viaje y la boda.

Esto ha desencadenado en más preocupación y prohibiciones por parte del padre de las criaturas para hacer ciertas cosas. Lo que a mí me frustra muchísimo. No solo por el hecho de estar embarazada, pero ya sabemos que ciertas cosas que, si no las haces tú misma, no se hacen o se van acumulando hasta qué pides que se hagan ya. Me siento tan inútil que se ve reflejado en mi humor. Esto se acrecentará para el tercer trimestre.

Pruebas del segundo trimestre



  • Triple screening para detectar síndrome de Down o malformaciones del tubo neuronal.

  • Ecografía semana vente para descartar malformaciones graves comprueban el trigo de la placenta y los vasos del cordón.

  • Análisis de sangre y orina

  • Control de peso y tensión

  • Test O ‘Sullivan

  • Amniocentesis (opcional pero obligatorio a partir de los 35 años. Al menos en Alicante.) se utiliza para detectar anomalías genéticas o congénitas.

Y hasta aquí llega el segundo trimestre nos vemos en el post del tercero y si no quieres perderte nuestro día a día te recomiendo si vienes por las diferentes redes sociales.

Gracias por leer.


Comentarios

  1. El embarazo… Tiempos de dudas, miedos, revisiones, pruebas, neuras y molestias, muchas molestias. Que luego echamos en falta (hablo por mí, en tercera persona, para sentirme acompañada, jejeje).
    Me ha encantado tu forma de narrar la experiencia, ¡como la vida misma y la foto con Superboy compitiendo en “barriguez” … ains! adorable es poco.
    Un abrazo y nos seguimos leyendo
    ;)

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  2. ¡Muchas gracias Virginia! Cada embarazo es un mundo y cada una lo vive de diferente manera. Yo solo cuento la mía. Gracias por pasarte, ¡¡un abrazo muy grande!!

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