Esto lo escribí hace tiempo, pero no me atrevía a publicarlo. No me atrevía, porque sé cómo es la gente en Internet. Sé que juzga con dureza, sobre todo a las madres, y no me sentía preparada para afrontar esas críticas.
Pero todo ha mejorado un poco. Al menos no tengo esa necesidad de huir. Sigo agobiadilla con mis dos niños, pero no tan mal. O será que ya me he adaptado a los dramas jeje.
El caso es que es un post muy visceral, que no tiene que gustar, pero creo que muestra el lado más oscuro de la maternidad. Ese que
pocos cuentan… Ahí va.
Ha veces tengo pensamientos oscuros.
Pensamientos que se supone una madre no debería tener.
Porque somos todo amor y bondad hacía nuestros hijos. Pero en esos momentos de
Crisis en que Supergirl llora, Superboy no hace caso, hace trastadas que son
claramente llamadas de atención.
La situación me supera y me pregunto, ¿Qué he hecho con mi
vida?
¿Por qué estoy así, haciendo esto? ¿Qué estoy haciendo mal?
¡Hago las maletas y me voy! ¡Me voy, para no volver!
Y aunque les digo a mis amigos y amigas mamás que regalo
niños y lo digo de broma. Sí me los aceptan se los doy. Tal vez no durante
mucho rato. Porque la culpa viene y me hace sentir la peor madre del mundo.
Y cuando se me pasan estos pensamientos por la cabeza, miro
a mis hijos, y digo:
Ellos no tienen la culpa. Seguramente para Superboy lo de tener un hermano No era lo que él se imaginaba y los celos por no tener a su madre el mismo tiempo que antes están haciendo mella en él.
Y Supergirl, de primeras que ella no eligió nacer. Nosotros
la buscamos. Y segundo ella no ha elegido tener cólicos. Sé que lo pasa mal. Y
que se pase el día llorando o en la mochila a mí me llega a desesperar y
agotar. Pero así es la maternidad. Dura, complicada.
Pienso todo esto y me viene un sentimiento de culpabilidad
tan grande como un tsunami. Entonces miro a mi pequeña bebé, tan adorable, con
esa sonrisa que ilumina el mundo entero y la abrazo. La abrazo fuerte, hasta
que dejó de sentirme un poquito, solo un poquito como una mierda de madre.
Lo siento hijos. Intento hacerlo lo mejor que puedo. Algún
día espero que lo entendáis.
A mi señor marido le digo lo mismo. Lo siento, porque ha veces te odio un poquito por haberme convencido. Por haberme dejado embarazada. Sabes que solo son momentos muy malos en los que pienso esto. Necesito de alguna manera sacar mi frustración, y cuando intento no pagarla con los pequeños porque son pequeños. Lo pago contigo.
Tú eres adulto y seguro que me entenderás. Sabes que en realidad no te odio. Solo que hay momentos en que no puedo más. Por desgracia la realidad para nosotras las madres es que vosotros como padres (o al menos en nuestra situación) no tenéis la misma presión.
Madre perfecta, abnegada, servicial, Ama de casa perfecta, con casa impoluta, mujer perfecta, siempre guapa y preparada para la acción, esposa, nuera, amiga...
Mismos derechos, misma responsabilidad, pero en el fondo no
es lo mismo. Y nuestros hijos así me lo hacen sentir. Solo espero que esta mala
época pase, y poder ser como realmente soy.
Ya lo sabes. Ellos espero que también lo sepan.
Mamá os quiere con locura.
Pero mamá es humana.
Comentarios
Publicar un comentario