Como me dijo mi psicóloga

Ir a Terapia no es para cualquiera.   A terapia solo van los valientes.   Los que quieren mejorar.   Los que quieren avanzar.   Los que quieren cambiar y romper patrones tóxicos.   Sanar viejas heridas.   Los que se atreven a mirar la mierda de dentro y a sacarla para limpiar.   Para los que abren el armario y tiran la ropa vieja, sucia y que huele a rancio.   Yo voy a ser valiente por ellos.   No fue fácil. Dolió mucho. Y no cualquiera coge ese dolor y lo acepta, lo abraza y lo transforma.   Se merecen a una madre sana, estable, que no los traumatice y los haga ir a terapia de adultos.   El camino es largo, pero vamos pasito a pasito.   Ahora que me doy cuenta de los traumas ajenos, porque ya me conozco a mí misma y se lo que no tolero. Siento pena por ellos, y por sus hijos.   Sobre todo, por sus hijos.   Porqué el que tiene un trauma y no acude a terapia, su hijo lo hará en el futuro.   Y si no va a terapia o repite patrón o se vuelve drogodependiente.   Tener hijos para darles un

Vacaciones sin hijos

Imagen de MabelAmber en Pixabay


Qué pasa cuando te vas una semana de vacaciones sin niños. Con pareja o sola. 


Los dos primeros días, te sientes rara. Te falta algo. Como si una parte de ti te faltara. Como si algo no estuviera completo. 


Los cuatro días siguientes, te sientes como si te hubieras reencontrado contigo misma. A la antigua yo. A la yo antes de tener hijos. Aunque los sigues echando en falta y te preguntas si estarán bien. O te echarán de menos. Pero estás tan a gusto contigo misma y tus pensamientos, que te sientes muy mala madre y persona. 


El último día de volver a casa, comienzas a echarlos muchísimo de menos. A estar deseando estar en casa y achucharlos. Porque vas a pasarte mucho tiempo compensando lo mala madre que has sido. Por sentirte tan a gusto sola. Siendo solo tú, solo una mujer. Solo haciendo todo lo que te apetece. O incluso no haciendo nada. 



Y cuando ya estás con ellos, te prometes a ti misma, que vas a ser mejor madre. Que vas a tener más paciencia. Pero qué vas a seguir siendo tú misma. Vas a buscar tiempo para ti. Porque también te lo mereces. Porque lo necesitas. Porque te gusta ser madre, pero también te gustas a ti misma como únicamente tú. 


Pero es mentira. Vuelves a la rutina y a no tener tiempo para ti. Un día te das cuenta de que llevas casi una semana sin poder ducharte, y que no va a pasar ni un día más. Piensas en las vacaciones, y te vuelves a sentir mala madre. Porque estas dividida entre cuidar de ti misma, y cuidar de tu familia. 

Y te vuelves a prometer que vas a cuidar de ti. vas a encontrar tiempo para ti, porque los niños tienen también un padre. En el fondo sabes que te estas mintiendo a ti misma. Aunque cada pocos meses consigues sacar tiempo para ti misma, para cuidarte o salir con las amigas. Y recuperas fuerzas para volver a la rutina. Y así hasta el infinito y más allá...



Comentarios