Vive y deja vivir.

Me ha comentado un pajarito, que tenéis curiosidad por saber que me ha pasado. Me fui, desaparecí. He creado una vida nueva, con gente nueva y vosotras no estáis dentro. Pero seamos sinceras, hace mucho tiempo que no estoy dentro. Mucho antes de que yo me fuera, vosotras me dejasteis.  

Tristemente en lugar de venir y preguntarme que ha ocurrido, especuláis, os inventáis y habláis con otros antes que conmigo. Es vuestro rollo, lo se´. Porque en realidad no os importa una mierda. Vivís por el chisme, aunque sea inventado. Si no sabéis lo inventáis, y lo peor, contáis esa mentira a la gente.  

Durante un tiempo me dolió ver como erais en realidad, y he tenido que pasar un "luto". Ver que me estabais haciendo lo mismo que hacéis con otras. Porque os criticáis entre vosotras, os despellejáis entre vosotras a las espaldas y eso me ha causado mucho malestar. Darme cuenta de que muchas cosas eran mentira, y de que había caído en las garras de gente así, he necesitado mucha terapia para devolver mi autoestima.  

Aun así, voy a saciar vuestra sed de conocimiento. Y lo hago por este medio, porque no tengo la necesidad de hablar con gente hipócrita, mentirosa y manipuladora. Porque se por experiencia que no voy a poder expresarme, vamos a acabar hablando de vuestros problemas, y minimizando otra vez los míos. O lo más probable es que digáis que eso no pasó así, y que estoy mintiendo o exagerado las cosas. Eso acaba con la autoestima de la gente ¿sabes? Deberías trabajar en ello. Tú sabes a quien se lo estoy diciendo.  

Aunque yo empecé a estar mal aproximadamente por febrero del año 2021, porque comencé a notar cosas raras en el grupo, en octubre de 2021 ya toqué fondo y me aislé del mundo. Había muchas razones, pero la principal fue la operación de Alejandro. Estaba aterrorizada. Mi mente no dejaba de inventar escenarios catastróficos de muerte, de mi hijo desangrándose en la mesa, de asistir a un funeral, el de mi propio hijo. Eran 24/7 de pensamientos horrorosos. No dormía y comía muy mal. Y empeoro la semana antes de la operación.

 

Desaparecí durante dos meses, y nadie pareció darse cuenta. Al menos esa fue mi percepción. 

De repente un día aparece E en mi casa y me pregunta que ocurre. Por un momento pensé “que buena amiga, sí que le importo” .

Pero a medida que le iba explicando, acabábamos hablando de sus problemas. Escuchando sus problemas, que en otro momento de yo estar bien no me hubiera importado. Lo más mínimo, pero estaba mal, necesitaba decir mucho, y apenas dije nada. La frase estrella era “¿pero es que yo también estoy mal, sabes?” Ajá.  

Pero la frase que ya termino de rematarme, aunque en ese momento no supe que decir fue que E, me dio un ultimátum: 

“Te doy un mes para que te recuperes y vuelvas, porque yo no voy detrás de nadie” 

Ok, gracias por la empatía y la comprensión. Como si una persona pudiera decidir cuándo va a estar bien o recuperarse de una enfermedad mental. O decidir cuando esta triste o alegre.  

Cuando se fue, no me sentí mejor. Sentí presión, sentí que si estaba mal me quedaba sola. Que a mis supuestas amigas les importaba poco o nada que estaba pasando.  

Unas amigas de verdad me hubieran al menos mandado un mensaje preguntado. "Estás bien? Te pasa algo? Necesitas hablar?"

Una amiga de verdad me hubiera dicho otro tipo de frases: 

“estoy aquí para ti” 

“tomate el tiempo que necesites, aquí estaré” 

“no lo entiendo, pero lo respeto y te escucho, haré lo que pueda para ayudarte” 

“venga desahógate, cuéntamelo todo” 

Pero no obtuve nada de eso. (Aunque también es mi problema esperar cosas que yo haría por otros. También estoy trabajando en ello.) Había plazo, fecha de caducidad. Y yo no quiero una amistad con presiones.  

Recuerdo como una vez me echó en cara no haberle preguntado por su madre que estaba mala por el COVID.

Pero ahí me mantuve firme, "No soy adivina. Si no me cuentas las cosas, yo no tengo una bola de cristal para saber qué te ocurre."

Y seguí "yo también he estado mal y no te lo he contado. Tampoco te lo puedo echar en cara y enfadarme contigo."

Supongo que eso no te gustó. Porqué cada a vez te alejabas más.

Ella sabe que llevábamos tiempo sin estar bien. Ya se lo había comentado ese día. Que sentía que nuestra relación se había enfriado. Que sentía que ella se había alejado y estaba confundida, pero asimilando la nueva situación. Y preocupándome por cosas más importantes que tenía en mi cabeza (mi hijo). 

Me dolía saber que teníais otro grupo de whasap donde quedabais a “escondidas” y digo esto entre comillas porque se sabía. Yo y otra os pillamos en mentiras, os pillamos a alguna de vosotras comprando cervezas para ir a la casa de otra. Que esta ok. ¿Pero a escondidas como niñatas de colegio? Si no queríais que algunas de nosotras fuéramos, hubierais tenido los ovarios de decirlo.  

 

No necesitamos ese tipo de amistad. Somos personas adultas y se supone que maduras.  

Durante mucho tiempo me sentí insuficiente. No entendía porque mis amigas hacían esas cosas y nos daban de lado. Pero M tenía razón cuando dijo: 

“no somos amigas, somos madres que quedan para que sus hijos jueguen.” 

Es muy desagradable pasar los días pensando en si también me criticáis a mí, y a saber que inventáis sobre mí y mis hijos o mi marido. Antes lo pasaba mal. Ahora gracias a la terapia se, que lo hacéis porque sois personas con una vida vacía, aburrida. No os gustan vuestras vidas y os metéis en las de los demás. Eso sí que es triste.

Inventar lo que queráis, el que se lo crea no merece estar en mi vida.  

Y el que dude y venga a preguntarme, se lo explico sin problemas. Yo no oculto nada. No tengo necesitad ni de ocultar ni de mentir.  

R, no sé si consciente o inconscientemente me hizo sentir culpable por cosas que no me correspondían. Siento mucho que tuviera okupas en su casa, pero ella dio por sentado cosas que no soy yo. Ella me ve así, ok, es su problema, no el mío.  

Entendía perfectamente que por la frustración de la situación insultara a esos Okupas y se desahogara cagandose en todo, lo que sobro fue su frase de “pero tu Ana, no te ofendas”. 

Es una frase manipuladora, que dice mucho sin decir nada. Me sentí muy mal, ¿Por qué me tenía que ofender? ¿Yo conocía a esa gente? ¿Eran mis amigos? ¿Yo los había puesto en su casa? NO. Pero aun así ella se fue haciendo una idea de mí y ya solo ve eso. Deje de ser su amiga para ser la Progre, roja, comunista, republicana, podemita, feminazi y ahora también a favor de la okupación. Sin yo si quiera decir una palabra, porque no se hablaba de política ¿verdad E? 

Y se encargaba de soltarme pullitas del tipo, “tu no lo entiendes porque eres Progre, o eres podemita”. Y tenía razón en algo, no entendía la necesidad de que ”mi amiga” soltara pullitas sobre las ideas políticas que se suponía que yo tenía, cuando apenas yo había hablado de nada de política. Solo algunas veces había manifestado otra idea, sobre algo que ellas habían dicho. Otro punto de vista. Sin mencionar ni un solo partido político, ni nada parecido. Solo una opinión.  

Y podría sonar a que me sentía mal de mis ideologías y pensamientos. Y no, me habéis hecho estar más segura y convencida de mis ideales. Que son claramente de izquierdas. Si, es verdad. Y? Gracias a los bulos que soltabais yo me iba a confirmar si eso era verdad, y cada vez me convencía más de mis ideales. No he cambiado nada, he confirmado lo que ya pensaba.

Y se suponía que los temas políticos no nos iban a separar porque me queríais mucho. Y yo a vosotras, también te digo. A pesar de alardear de votar a un partido Nazi, facha, retrogrado, homófobo, machista, racista, blablablá.

Me dolía ver como habían cambiado las cosas. Me dolía ver que mis "amigas" alardeaban de no querer donar ni un euro para los pobres. Me dolía ver como mis "amigas" soltaban esas pullitas sobre lo podemita que yo era, para intentar insultarme. No me dolían los supuestos insultos, me dolía que ese acto tan cruel, lo hicieran mis "amigas".

Por que ahí me di cuenta, de que eso no era amistad. Al menos ya no lo era. Y comenzó mi luto.

 

Se lo dije a E, todo lo que voy a decir aquí ella lo sabe. Aunque diga que no tiene ni idea. Supongo que es más fácil eso que asumir la culpa de que ha sido una amiga toxica. Una mala amiga. Una amiga que me echaba encara si no le cogía el móvil al primer tono. Que me acusaba de colgarle al quinto tono.

“¿no quieres hablar conmigo? ¿Por qué me cuelgas? ¿me estas mintiendo? ¿Por qué tardas tanto en responder mis mensajes?” 

Una amiga que antes me llamaba para todo porque éramos mejores amigas, y luego solo me llamaba cuando estaba sola y aburrida. Y me di cuenta de que era una segunda opción, un pasatiempo para tapar huecos aburridos, para no estar sola. Ya no quedábamos todas juntas. Solo me llamaba ella para entretenerse.  

Si a vosotras os incomodaba estar con una roja, bisexual, feminazi, imagínate lo que me incomodaba a mi estar rodeada de fachas, 4 amigas y sus respectivos maridos. Aguantando vuestros comentarios de mierda. Los comentarios de mierda de vuestros maridos. Y a ninguna le supuso un problema. Ninguna se puso un puntito en la boca, ni a sus maridos, para que las ideas políticas no nos separaran.

 

Criticáis mucho lo que dicen los maridos de otras, pero no les cerráis la boca a vuestros maridos cuando dicen alguna barbaridad.

Fuisteis libres de expresaros y yo me mordía la lengua hasta estar con la autoestima por los suelos, y con una ira reprimida que a veces pagaba con quien no correspondía o me pasaba las noches en vela pensando en lo que tendría que haber dicho y no dije. Hasta que comencé a no callar. ¿Y eso fue peor verdad? La Roja no está cerrando la boca. Vamos mal.  

Así que lo terminé. Aislarme de todo me hizo ver en perspectiva lo que no necesitaba y lo relajada que estaba sin chismes, sin dramas constantes, y sin sentirme sola rodeada de gente. 

Decidí que no podía seguir en un grupo donde no me siento bien. Donde no me puedo expresar. Donde no me siento valorada, pero si juzgada, y donde me sentía sola. Muy sola.  

Tampoco soy em basurero emocional de nadie. Cuando yo estaba bien, todo estaba bien. Pero cuando empecé a estar mal, me quedé sola. No me sentía a gusto para desahogarme con ninguna. Me sentía una exagerada. Una dramática, porque claro, vosotras siempre estabais peor que yo. Así que no te quejes tanto.

“Yo también estoy mal, lo mío es peor, eso no es nada comparado con lo mío” 

Lo pillo, vosotras siempre más que nadie. Pero yo no compito a ver cuál de todas es la que peor esta´. Solo necesitaba ser escuchada y comprendida. 

Ir a terapia ha sido maravilloso, y me ha venido muy bien para soltar otro tipo de mierdas mías. Saber cuáles cosas son problemas míos y cuales son problemas de los demás y no sentirme culpable por cosas que no debo. 

La que lea esto quiero que le dé un mensaje a R. como ya le dije, siento mucho no haber podido ir a la comunión de su hija. Después de eso salisteis del grupo y me retirasteis el saludo. Y me sentí mal. Pero pille la indirecta, y no, yo tampoco persigo a nadie. La que tenga un problema conmigo que venga y me lo diga. Aunque no sabía que era mi presencia tan importante, pero no me sentía con fuerzas, ni cómoda. A lo mejor lo dije muy tarde y eso ha costado dinero. Lo siento mucho, si es así me puedes pasar la factura. Y no para que me volváis a hablar, no lo necesito. Si no porque esta roja comunista no quiere deberle nada a nadie. Y la verdad me incomoda mucho como me mira su madre. 

Casi parecía que iba a darme una paliza. No entiendo tanto odio y rencor. Por eso digo, que, si se trata de dinero, os lo pago y ya dejéis de mirarme con odio. Porque enviáis muy malas energías y la verdad no es necesario. Ni para mi ni para vosotras. Tener el corazón lleno de odio no es bueno.  

Pero también os digo, que una persona madura vendría a decirme cual es el problema, en lugar de hacer que todas dejen de hablarme, y luego ir diciendo que soy yo la que no saluda. 

Pero la verdad que no me saludéis, que R me haga la ley del hielo, me ha hecho un favor. Me ha ayudado a superar cosas personales que tenía enquistadas y no sabía. Ahora me hace un gran favor ignorándome. Me hace darme cuenta de lo que no se debe hacer con las personas. Que hay que hablar, decir lo que sientes o lo que te ha molestado. Hay que expresar la frustración.  

Me puede seguir ignorando sin problema.  

Estoy trabajando en mis propios problemas infantiles sin resolver. Todavía me cuesta expresar mi tristeza y no me gusta que la gente me vea decaída, llorando o con un ataque de ansiedad. Por eso disimulé todo lo que pude cuando nos encontramos con los padres de M. Era incapaz de hablar por la ansiedad, como para contarles los motivos de mi ataque y mi llanto.  

Pero ahora que estoy consiguiendo hacerme amiga de mi ansiedad me encuentro mucho mejor.  

Y ya no dejo que nadie perturbe esa tranquilidad. Os recomendaría que fuerais a Terapia, pero hay que tener ovarios para reconocer que tienes un problema y dar el paso. Y a veces le gente le gusta ser y vivir como vive siendo siempre la víctima y no quiere cambiar. 

 

Ahora tengo claro que yo no soy salvadora de nadie. Soy mi propia salvadora. Tengo que cuidar de mí, de mi salud mental y física. De mi familia que son mis hijos y mi marido. Y cuidar de los que me cuiden. Cuidar de quien demuestre con actos y no con palabras que me aprecia de verdad como amiga y de verdad se preocupa por saber si estoy bien cuando desaparezco, o no hablo con nadie en dos meses. 

Creía de verdad que estaba en un grupo así. Y al principio era así. Y no sé qué cambio. Pero lo hizo. Lo asimile, y he creado una nueva vida. Una nueva mentalidad.  

Ahora lo tengo claro.  

Y siendo totalmente sincera y viendo las cosas en perspectiva, yo también me he callado cosas que me han molestado, por miedo. También porqué no entendía como alguien hace o dice cosas sin pensar en si a otro le puede herir sus sentimientos. Pero ahora lo entiendo. Porqué solo piensas en ti misma. 

Las amigas no te culpan de sus problemas. Eso lo hace la gente que no sabe gestionar sus emociones. 

Las amigas no te dejan tirada y cambian de plan en el último momento sin previo aviso.  

Las amigas no te buscan solo cuando les interesa a ellas e intentan controlar cada aspecto de tu vida.

Todos esos mensajes despectivos sobre el físico de alguna, o los comentarios pasivo agresivos, son solo inseguridad enmascarada. Culpar a otros de tus problemas falta de gestión emocional.

No responsabilizarse de tus errores, miedo a sentir culpa. Bendita terapia. 

¿Qué esperáis que haga al ignorarme y fingir que no existo? ¿Qué vaya a suplicar vuestra atención? ¿Qué pida perdón? 

Aunque me resulta curioso que si me saludáis cuando R no está presente. Muy curioso. Pero no me importa decir un "Hola". Aunque no recibiréis nada más por mí parte.

Haceros a la idea de que eso que esperáis, NO va a pasar. No he hecho nada malo. Solo defenderme. Compartir una opinión, o estar mal. Nunca he criticado a ninguna de vosotras. Al contrario, he cometido el error de intentar mediar. Y he salido escaldada. Intentando defender a la que no estaba presente y criticaban sin ningún miramiento. Ninguna se ha librado del escrutinio vecinal. Ni siquiera tú E, si, lo admito. Cuando me preguntaste si a ti te criticaban te mentí. 

Estabas pasando una mala racha, te veía muy deprimida, llorabas a cada rato y no quería que sufrieras más. Pero sí. En cuanto de dabas la vuelta, la primera era M en hacerlo.

Tal vez lo único mal que he hecho ha sido avisar tarde de mí no asistencia a la comunión. Pero vuelvo a repetir. Pasa la factura. La deuda se salda y seguimos cada una con nuestras vidas. Seamos unas vecinas cordiales, para que esto no afecte a nuestros hijos.

O tal vez lo único malo que he hecho ha sido no seguir dejando que me controléis. Y al perder el control sobre mí y mi vida, eso os ha hecho cabrear de lo lindo. Lo siento, pero no lo siento.

No tenéis derecho a controlar a nadie.

Gracias a la terapia me he dado cuenta de que sin querer me unía emocionalmente a gente parecida a mi madre. Personas controladoras, mentirosas, manipuladoras, egoístas, con falta de empatía. Personas que van de cara a la galería como empáticas y que les importa la gente, pero solo quieren información para luego criticarte a tus espaldas. O que te regalan cosas (como ropa y/o zapatos) para luego pasar la factura de lo que te han dado o hecho por ti.

Las buenas personas, las buenas amigas hacen cosas por ti sin esperar nada a cambio.

Estoy segura que a una persona de vosotras debe de sentir miedo de que diga esto porque se debe de sentir expuesta y desenmascarada.

Respira hondo.

Ahora puedo respirar tranquila yo, sabiendo que doy y soy lo que recibo de los demás. Quien me quiere y me trata con respeto y amor eso es lo que recibe de mí. Y el que no... el que me trata mal e intenta controlarme, no recibe nada. Me voy. Tampoco me voy a poner a tu altura. Porque no somos iguales.

Por cierto. Se que lo que te dije por whasap la ultima vez que hablamos estuvo mal. Esa vez si me puse a tu altura y te respondí como tu llevabas meses tratándome. No pediré perdón, no sabia gestionar lo que sentía y quería que probaras de tu propia medicina. Estaba harta de que te metieras conmigo y si yo te decía que no me molaba nada, me dijeras "que sensible estás, no se te puede decir nada"; otra manipulación más.

No eras tu la mala, era yo la exagerada. Ese día en el que te trate igual que tu a mi, dejaste de hablarme y pude comenzar a trabajar en mi misma. Decidí ir a terapia y ver si yo era el problema. Y fíjate, lo que ha resultado. Todo lo anterior que ya he dicho.

Está muy feo decirle a una niña de 4 años que no quiere compartir su juguete:

"Si no le dejas el juguete a mi hija, no te doy más ropa"

Cariño, te puedes meter la ropa por el orto. No la necesito, tengo los medios para pagarla yo.

Curiosamente, desde que me dejaste de hablar, y como ya no somos amigas ya no me das ropa. Pero no te preocupes. Que no hace falta. Ahora tengo clarísimo que vosotras tenéis la empatía justa para ayudar a las personas de vuestro circulo y que los demás os dan igual. Pero no los ayudáis por pura solidaridad, no, que va. Ayudáis a los más cercanos para luego poder pasar factura y exigir servidumbre.

Os deseo todo lo mejor y que dejéis de vivir en el victimismo, el odio y el rencor. Que todo os vaya bien y seáis muy felices.

PD: Tema a parte y otra razón de peso para no volver son mis hijos. Sobre todo por Alejandro. Ya estaba bien de qué las niñas lo tratarán mal. Siempre teniendo que adaptarse a lo que ellas decían y querían. Y lo que él quiere o jugaba solo, o no se jugaba. ( Me suena la historia de algo, porque será...) Él también estaba harto aunque lo demostrara de otras maneras. Pero la historia no se va a repetir. Él sabrá poner límites desde pequeño. Y ya lo está haciendo. No sois sus únicos amigos. Aunque tú E pienses que sí. Tiene más amigos, no finjas sufrir por él. Y jugar solo a veces tampoco es malo. Él es muy sociable y capaz de hacer nuevos amigos. Es capaz de jugar con cualquier niño grande o pequeño. Se adapta muy bien. Sabe negociar para jugar todos un poco a cada cosa. Y me enorgullece que sea así. 

No pienso consentir verlo llorar de nuevo porque sus amigos cambian de plan a última hora y él se queda solo, de nuevo.

Sé que sois incapaces de hacer autocrítica y que esto os da muy igual. Pero por mucho que me saludéis un día si y el otro no... Supongo que para tantear el terreno. No vamos a volver a lo de antes. Nos hemos marchado, la relación está rota. No hay vuelva atrás. Volvemos a ser felices y no vais a conseguir que eso cambie.

Mi único objetivo ahora es que seamos vecinos cordiales, por nuestros hijos. Para que a ellos no les afecte.